Dos pollos de águila perdicera, una especie amenazada de la que se estima que quedan en España sólo unas 750 parejas, quedarán en manos de la ONG Grefa, de Madrid.

Los animales nacieron en cautiverio en un centro de Sevilla.

El nacimiento se produjo después de que una patrulla de la Guardia Civil se incautara la pasada semana de los dos huevos, que fueron colocados en una incubadora.