Absueltos los dueños de un camping de la muerte de dos turistas por mal funcionamiento del sistema de gas

El juzgado de lo penal número 2 de Benidorm (Alicante) ha absuelto de los delitos de homicidio imprudente a dos hombres y una mujer, propietarios de un camping que carecía de licencia en la localidad Finestrat, por el fallecimiento, como consecuencia del mal funcionamiento del sistema de gas, de dos ancianos holandeses. Los acusados adquirieron el establecimiento en 2009 aunque desconocían que era ilegal mientras que las deficiencias se remontaban a fechas anteriores a ocuparse ellos de la gestión.

El juzgado de lo penal número 2 de Benidorm (Alicante) ha absuelto de los delitos de homicidio imprudente a dos hombres y una mujer, propietarios de un camping que carecía de licencia en la localidad Finestrat, por el fallecimiento, como consecuencia del mal funcionamiento del sistema de gas, de dos ancianos holandeses. Los acusados adquirieron el establecimiento en 2009 aunque desconocían que era ilegal mientras que las deficiencias se remontaban a fechas anteriores a ocuparse ellos de la gestión.

El suceso se produjo el 22 de octubre de 2010 cuando la pareja accedió al complejo para pasar una semana de vacaciones. Sin embargo, según los hechos considerados probados, perdieron la vida en el apartamento que habían alquilado por "insuficiencia cardiorespiratoria" por intoxicación por monóxido de carbono (CO).

La investigación descubrió que la instalación del gas en el apartamento ocupado por el matrimonio fallecido presentaba "deficiencias secundarias, observables a simple vista" como "accesorios de unión y derivación no permitidos", "tubo flexible inadecuado e inexistencia de rejillas de ventilación".

Estos fallos del sistema se unían a una "deficiencia principal" en el frigorífico de "gas propano" ya que "sufrió una avería interna" que "obturó el quemador", de lo que se derivó que producía una "combustión incompleta". De esa manera, los niveles de CO del frigorífico eran de 102 partes por millón (ppm), "siendo el nivel máximo, para que no exista riesgo para la vida, de 50 ppm".

Además, el magistrado entiende "sorprendente" que se explotara el recinto "sin licencia" ni "autorización", ni tan siquiera "seguro de explotación" y que el camping "no podía pasar desapercibido" para el Ayuntamiento de Finestrat que había tramitado "denegación de licencia de obra menor para la construcción de una vivienda" y para "realizar movimiento de tierra" y que, sin embargo, "solo tras el fallecimiento" levantó acta de cierre de las instalaciones.

Además, el juez estima que el complejo, hasta noviembre de 2009 en que fue vendido a los acusados, era propiedad de una pareja de holandeses a los que "ni se tomó declaración como imputados, ni siquiera como testigos" y que operaban "en la más absoluta ilegalidad".

En ese sentido, recuerda que los nuevos compradores "empiezan su gestión desconociendo la absoluta ilegalidad" que debería haber sido transmitida por los vendedores y que éstos "se encargaron de poner a buen recaudo esa información de ilegalidad" que de conocerse hubiera "frustrado" la compraventa.

Tres meses al frente del camping

En cuanto a las deficiencias del sistema de gas, entiende el magistrado que se remontan "a fechas anteriores a los algo más de tres meses que estuvieron los acusados en la gestión del complejo" antes de la muerte de los dos turistas. Añade, además, que "la absoluta ilegalidad del complejo, ha conducido a que, a la fecha de que los acusados iniciaron la gestión, no había habido ningún control externo, ni inspección de gas y de los electrodomésticos" y que los acusados "desconocían".

Todo conduce al magistrado a considerar que la imprudencia de los acusados, en su deber de vigilancia y cuidado del complejo residencial, ha de ser considerada de "imprudencia leve" por el desconocimiento general de la situación del complejo, lo que se deriva en la "absolución de los acusados de los delitos de homicidio imprudente".

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