El sistema de pensiones público "perpetúa y amplía las desigualdades que se producen en el mercado laboral entre hombres y mujeres". Así lo asegura un estudio del IESE que se ha presentado este miércoles en Barcelona y que evidencia la vulnerabilidad del género femenino en este sentido, un colectivo que tiene un mayor riesgo de pobreza al llegar a la jubilación.

Las mujeres, explica el informe, participan menos en el mercado laboral, dedican menos tiempo "a un trabajo remunerado" y cobran salarios más bajos que los hombres. Por eso, sus pensiones son inferiores. En cifras, el estudio dice que los hombres españoles han trabajado una media de 43,4 años, mientras que las mujeres lo han hecho una media de 12,8 años, la cifra más baja de Europa. Asimismo, el salario femenino es un 23% inferior al masculino.

Según el estudio, estos factores "repercuten directamente en el cálculo de la pensión pública, haciendo más vulnerables a las mujeres en la etapa vital que requiere una mayor protección". La pensión media de las mujeres españolas, añade, es de 659 euros, un 38% menos de los 1.067 euros que perciben los hombres. El sistema, dice el documento, "premia a quienes no se han visto en la tesitura de interrumpir su trayectoria profesional por atender a sus familias".

Por otro lado, el documento alerta de la "feminización de la vejez" y pronostica una tendencia en la esperanza de vida creciente que, de cumplirse, supondría que en 2021 los hombres vivirían 81,2 años y las mujeres 86,5; y, en 2051, los varones 86,8 y las mujeres, 90,8. En este sentido, España pasaría de tener un 17 % de la población mayor de 64 años, al 37 % en 2052.

Además, el estudio recuerda que la "mayoría de conflictos de conciliación entre trabajo y familia se resuelven porque la mujer renuncia durante un periodo de tiempo a un trabajo remunerado o bien reduce su jornada laboral".

El documento alerta de la insostenibilidad del sistema de pensiones ya que, de continuar la tendencia demográfica y laboral, dibujaría una España en 2052 en la que cada contribuyente tendría que mantener a un pensionista. El estudio señala el aumento de la esperanza de vida y las bajas tasas de natalidad como los principales factores que "repercuten en la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones español".

Actualmente, "la aportación media de un hombre de entre 50 y 65 años a su plan de pensiones privado es un 21% superior a la de la mujer". El documento aboga por "informar de la situación real de la futura pensión" y que los ciudadanos "no dejen su futuro sólo en manos del Estado". En este sentido, recomienda "complementar la pensión que facilitan las administraciones desde el inicio de la vida laboral".

En el caso de las pensiones de las mujeres, IESE propone que el Estado "aporte la cotización de jubilación de las mujeres en caso de excedencia o, parcialmente, en casos de reducciones de jornada mientras éstas permanezcan al cuidado de los hijos más pequeños o de mayores dependientes".

Asimismo, el documento recomienda que "el tiempo dedicado a la atención de los hijos hasta los 12 años y a familiares dependientes compute como tiempo cotizado a la Seguridad Social para poder recibir la pensión de jubilación".

En términos fiscales, una desgravación del coste de los cuidadores familiares, guarderías y de las aportaciones de ahorro para la jubilación del padre o la madre mientras permanezcan al cuidado de los hijos más pequeños o mayores dependientes son otras de las propuestas del estudio.