La Sala de San Benito, en Valladolid, presentará por primera vez en España la exposición fotográfica Brassaï in America

La sala municipal de exposiciones de San Benito, en Valladolid, presentará a partir del 30 de abril "por primera vez en España" la exposición 'Brassaï in America', con imágenes del fotógrafo de origen húngaro que se relacionó con artistas del surrealismo como Picasso y Matisse.
Imagen de la exposición
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La sala municipal de exposiciones de San Benito, en Valladolid, presentará a partir del 30 de abril "por primera vez en España" la exposición 'Brassaï in America', con imágenes del fotógrafo de origen húngaro que se relacionó con artistas del surrealismo como Picasso y Matisse.

En un comunicado recogido por Europa Press, fuentes de la Fundación Municipal de Cultura (FMC) han reflexionado que "hablar de Brassaï es hablar de París, del surrealismo, de su amistad con Picasso, Matisse, de todos los personajes que rondaron por la capital francesa hasta mediados del siglo pasado".

La exposición que ahora se presentará en la sala municipal de exposiciones de San Benito de Valladolid, muestra el trabajo hasta ahora "prácticamente inédito" efectuado por Brassaï durante un viaje a Estados Unidos en 1957. Las fotografías permanecieron "ocultas, invisible y desconocidas" y ahora se exponen en Valladolid por primera vez en España.

Ese otro y mal explorado Brassaï en América "vagabundeó" por cuenta de la revista Holiday con una cámara Leica por ciudades como Nueva York, paisajes como los de Luisiana y personajes, de noche y de día, "iluminados con una luz natural que hace más vivos sus colores, sus siluetas, de una fuerza seminal".

Desde un punto de vista técnico, el artista experimenta en las imágenes con el uso del pequeño formato, "trabajando inmerso en la muchedumbre, especialmente en Nueva York, para retratar con sus instantáneas su intensa vida urbana" con planos fijos para seguir posteriormente a los transeúntes.

Por otro lado, esta visita supuso para él la oportunidad de acercarse al color en el tratamiento de elementos particulares, con mucha presencia de los muros empapelados de carteles, las señales y neones nocturnos, las ferias populares, y también los "variopintos" atuendos de los años cincuenta.

"No cabe duda de que esta experiencia americana supuso para Brassaï la oportunidad de mirar la ciudad de forma diferente, sin traicionar por ello la sensualidad de su mirada, siempre fascinada por la presencia de las mujeres, como tampoco su poesía de tintes a menudo surrealistas", han recalcado las mismas fuentes.

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