PA pide que se le devuelva a Córdoba la Capitalidad Cultural de 2016, dado que San Sebastián no sabe qué hacer

El Partido Andalucista (PA) de Córdoba ha reclamado "que le sea devuelta a Córdoba la Capitalidad Cultural de 2016", ya que, a juicio de los andalucistas, San Sebastián, que fue la ciudad seleccionada, "ha dejado ya claro que ni puede, ni quiere, ni sabe qué hacer a año y medio con el proyecto y, muy probablemente, solo lo use como arma política e ideológica".

El Partido Andalucista (PA) de Córdoba ha reclamado "que le sea devuelta a Córdoba la Capitalidad Cultural de 2016", ya que, a juicio de los andalucistas, San Sebastián, que fue la ciudad seleccionada, "ha dejado ya claro que ni puede, ni quiere, ni sabe qué hacer a año y medio con el proyecto y, muy probablemente, solo lo use como arma política e ideológica".

A este respecto y a través de un comunicado, la candidata a las elecciones europeas del PA por Córdoba, Lola de Toro, ha exigido "que le sea devuelta a Córdoba la Capitalidad Cultural de 2016 que le fue arrebatada por ser candidata políticamente no conflictiva", mientras que se le otorgó dicho nombramiento a San Sebastián, "a la que convino estratégicamente contentar 'para que superase su pasado violento', según se dijo expresamente".

Para De Toro, "a la ciudad donostiarra le está viniendo hasta incómodo el proyecto organizativo, mostrándose incapaz de organizarlo, habiendo ya dimitido su directora general, Eva Salaberría, también su segunda, Itziar Nogeras, y cesada su directora cultural", lo cual significa que "en el objetivo no queda nadie comprometido".

Es más, según ha señalado la candidata del PA, "el propio alcalde de San Sebastián, el señor Izaguirre, de Bildu, ha reconocido públicamente que la ciudadanía no está en absoluto interesada en el proyecto", y ello cuando falta "poco más de un año para que hayan de comenzar los actos".

En consecuencia, De Toro exige que "aquella votación que arrebató la Capitalidad Cultural a Córdoba y que tuvo un resultado claramente político y no cultural, hecho éste que no se ocultó ni se disimuló siquiera, sea dejada sin efecto, demostrado que la ganadora-beneficiada no va a poder, ni quiere, hacer uso de su designación, que hasta parece estar resultándole incómoda" y que "puede terminar haciendo una mera guerra política e ideológica con el resto del Estado" apoyada en la Capitalidad Cultural.

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