El fiscal Antoni Pelegrín ha acusado este lunes a los imputados por el caso del hotel del Palau de la Música de haber "engañado" a los ciudadanos en aras de un "interés privado descarado", permitiendo en el proceso todo tipo de irregularidades, desde infracciones administrativas hasta "delitos clarísimos".

En la recta final del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra los saqueadores confesos del Palau Fèlix Millet y Jordi Montull y la antigua cúpula de Urbanismo de la ciudad, el fiscal ha expuesto sus informes finales para tratar de demostrar que los acusados facilitaron la tramitación del hotel en un "acuerdo previo" a sabiendas de que el proyecto beneficiaba a un promotor particular.

El fiscal ha dedicado cinco horas a detallar los indicios que, a su parecer, incriminan a los imputados en el supuesto tráfico de influencias del caso Hotel, una larga exposición en la que Millet ha ido cerrando los ojos en varias ocasiones, lo que ha llevado a Pelegrín a remarcar que el saqueador confeso "duerme".

Para el fiscal, los imputados "falsearon dolosa e intencionadamente la documentación pública" en la tramitación urbanística del proyecto y escondieron ante los ciudadanos y ante los políticos que debían votar sobre el mismo que las fincas del hotel se habían vendido a un particular, para ocultar así el "interés privado descarado" que existía tras la operación.

Antoni Pelegrí ha reprochado a los excargos municipales imputados que escondieran "descaradamente" que era Olivia Hoteles la titular de las fincas que debían albergar el hotel, un proyecto que en su opinión tenía "un interés privado bestial".  "El planeamiento de una función pública no está al servicio de los intereses particulares", ha opinado el fiscal, que cree que este caso demuestra el "dominio " que Millet ejercía sobre los políticos imputados.

El representante del Ministerio Público, que pide diez años de prisión para Millet y Montull y más de cuatro para los exresponsables de Urbanismo de Barcelona, ha destacado el "sorprendente dominio" que los saqueadores del Palau ejercieron sobre la tramitación urbanística del hotel, "sin ningún control por parte de las administraciones".

"Las cosas se hicieron como querían Millet y Montull", ha subrayado el fiscal, que se ha preguntado los motivos por los que los responsables municipales dejaron hacer a los saqueadores del Palau: "Puede que hubiera una orden superior. No quiero pensar mal", ha añadido. Pelegrín ha iniciado su exposición admitiendo que se podría reprochar a la Fiscalía el haber sido "demasiado prudente" en este caso por no haber imputado a más personas, tras lo que ha recordado que los hechos todavía no han prescrito.

Para el Ministerio Público, en la tramitación urbanística del hotel confluyen varios "destrozos e irregularidades, unos de carácter delictivo, otras infracciones administrativas y otros delitos clarísimos". Entre esas irregularidades, el fiscal ha resaltado que, en todo momento, permaneciera oculto el convenio que la Fundación firmó con la Generalitat para la permuta de usos de edificios que debía permitir la construcción del hotel y por la que la Fundación cobraría 3,6 millones por la operación.

En virtud de ese convenio, el fiscal cree que se facultó a Millet para "subastar sin control ninguno por parte de la Generalitat" y sin concurrencia pública las fincas donde construir el hotel, lo que atribuye a la confianza que las autoridades tenían en el saqueador confeso por el "peso del Palau". En su opinión, ese convenio que firmó el exconsejero de Economía Antoni Castells con Fèlix Millet es "una resolución contraria a derecho" y que la administración la haya permitido "no deja de ser sospechoso o muy sospechoso".