Decenas de padres, madres y vecinos del Ensanche de Vallecas protestaron el domingo en su barrio con la colocación simbólica de la primera piedra de un instituo y un colegio público. El acto, que tuvo un marcado carácter lúdico, se produjo en la calle Cerro Milano y en la calle Granja de San Ildefonso.

El Ensanche de Vallecas es un barrio con casi 28.000 viviendas y 40.000 habitantes. Como cualquier otra zona de Madrid, tiene casi todas las dotaciones, sin embargo, sus vecinos aseguran que hay déficit de centros educativos públicos. En este PAU no hay ningún instituto público de Secundaria y los dos colegios de la red pública que hay son insuficientes, según la Asociación Vecinal PAU_de Vallecas.

"El instituto lleva tiempo prometido, estaba previsto que en 2013 ya estuviera listo", lamentó ayer Rosa María Pérez, presidenta de la asociación vecinal. A las familias no les queda más remedio, si quieren optar por la educación pública, que llevar a sus hijos adolescentes a institutos fuera del PAU. "En el distrito de Villa de Vallecas hay dos institutos, pero en nuestro barrio no hay ninguno público", critica Pérez.

En Primaria pasa algo parecido. En la zona hay dos colegios públicos que se han quedado pequeños y aunque "hay otro creado, aún no está construido", lamenta Pérez. Como parche, los alumnos que deberían ir al instituto acuden a unas aulas habilitadas para Secundaria en el centro Loyola de Palacio.

La Consejería de Educación aseguró ayer que "los alumnos de la zona están perfectamente escolarizados". "Está previsto que el curso que viene los alumnos estén en las instalaciones del nuevo colegio público José Echegaray", explican fuentes de la Consejería. Respecto al instituto, "en estos momentos la demanda de escolarización en la zona no hace necesaria la construcción de un nuevo instituto. De hecho, ni tan siquiera hay demanda para cursar 4.º de la ESO en el Loyola de Palacio".

Los padres del PAU_de Vallecas creen que la Comunidad prima la educación privada-concertada sobre la educación pública. En el barrio hay tres colegios concertados, uno de ellos segrega a los alumnos por sexo. Lo que los progenitores denuncian es que en su PAU "el derecho de madres y padres a la hora de elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos e hijas no está garantizado".