Descubriendo los espectaculares cañones del Sil, a vista de pájaro

Durante 35 kilómetros, curva tras curva, los cañones del Sil ejercen de frontera natural entre las provincias de Lugo y Orense. El paso del Sil por la Ribeira Sacra es todo un espectáculo: entre el río y las montañas, el desnivel llega a ser de 300 metros.

Los cañones del Sil tienen un microclima propio, mediterráneo, mucho más suave que el continental-atlántico de la Galicia interior. Todo ello ejerce un beneficioso influjo sobre los viñedos plantados en forma de terrazas superpuestas. Así nacen los vinos de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, aunque el nombre se debe a la cantidad de monasterios y ermitas que pueblan sus colinas.

Aquí, el río y las paredes de los cañones crean de forma natural muchos miradores. Uno de los más recomendables, aunque poco conocido, está en el término municipal de Monforte de Lemos, capital de la Ribeira Sacra. Es el Mirador del Duque. Podemos ver desde su altura varias poblaciones de Orense, como El Collado y San Pedro de Baños. Al fondo aparece Castro Caldelas, con la silueta de su castillo destacada.

Hay más miradores. En la misma margen, en Doade, está el Mirador de Pena do Castelo, al lado de la ermita de San Mateo. Y en Parada del Sil se encuentran los conocidos como Balcones de Madrid. En Doade se halla el puerto fluvial desde donde salen los catamaranes que realizan diversas rutas turísticas por el Sil. También hay otro puerto fluvial en Santo Estevo.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!