Nueva tarifa de la luz: adaptar la tarifa a nuestros hábitos y revisar la potencia, básico para ahorrar

  • Este 1 de abril cambia la tarifa eléctrica: la que suelen utilizar los hogares pasa a llamarse Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).  
  • Cambiar la tarifa habitual por una de Discriminación Horaria permite conseguir un ahorro de hasta 180 euros por año.
  • España es el tercer país de Europa con el precio más alto de la luz doméstica.
Imagen de una factura de la luz.
Imagen de una factura de la luz.
JORGE PARIS
Imagen de una factura de la luz.

España fue el tercer país con los precios de la electricidad en consumidores domésticos más altos de Europa en 2013. Lo asegura la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (ANAE). Su informe incide en que los precios españoles superan en un 27,3% los de la media de la Unión Europea.

En este contexto y en plena crisis, a partir de este martes 1 de abril cambia la tarifa eléctrica. La antigua Tarifa de Último Recurso (TUR), la que suelen utilizar los hogares, ha pasado a denominarse Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). El nuevo método tomará como referencia el precio medio diario del mercado mayorista eléctrico.

Con este método y con cualquiera, el objetivo del consumidor es ahorrar luz. Ahora, recuerdan los especialistas de Casaktua, para lograrlo se hace imprescindible comprender la factura de la luz, revisar la potencia contratada y adaptar la tarifa a nuestros hábitos.

Primero, recomiendan revisar la correlación entre la potencia contratada y la necesaria para desarrollar los hábitos diarios sin problemas. El consumo medio de un hogar en España es de 3.500 kW/h, sin embargo, existen casos donde la potencia contratada es muy superior a lo que el hogar realmente necesita. Esto provoca que el gasto fijo de la factura sea mayor, incrementando considerablemente la factura de la luz.

Para elegir la tarifa más adecuada es conveniente analizar nuestros hábitos de consumo en el hogar. El horario nocturno suele ser más barato que el diurno, por eso se aconseja programar el funcionamiento de los aparatos eléctricos como la lavadora, el lavavajillas o la secadora durante la noche. Por ejemplo, cambiar la tarifa habitual por una de Discriminación Horaria (DH), según los cálculos de un estudio de la Confederación de Usuarios y Consumidores (CECU), permite conseguir un ahorro de hasta 180 euros por año.

Para ahorrar es imprescindible no sólo tener un control de los aspectos más burocráticos de la factura sino también tener en cuenta otros temas como el aislamiento de la casa, su iluminación y el gasto en calefacción o electrodomésticos.

Aislamiento

Cambiar puertas y ventanas es uno de los apartados más caros en la reforma de una vivienda. Sin embargo, a la larga, compensa. Si realmente la vivienda se encuentra en mal estado, debemos plantearnos su reforma. De este modo, se puede apostar por técnicas como instalar contraventanas y/o contrapuertas que pueden reducir de forma considerable la pérdida de calor o frío cuando cambia la temperatura.

Iluminación

Conviene poner en marcha todo un plan para distribuir correctamente lámparas, focos y sus puntos de luz. Además, hay que establecer hábitos como aprovechar la luz del día, apagar las luces si no hay nadie en las estancias, sustituir las bombillas convencionales por las de bajo consumo, instalar tubos fluorescentes o mantener limpias las bombillas y tubos fluorescentes y reflectores.

Electrodomésticos

El buen uso de los electrodomésticos es una de las claves para reducir la factura de la luz. Los electrodomésticos representan entre el 20% y el 60% del consumo total de energía eléctrica. Para ello conviene:

  • Comprobar que los electrodomésticos no quedan en posición stand-by.
  • Mirar la etiqueta energética a la hora de comprar un electrodoméstico. El bajo consumo de energía corresponde con la letra A.
  • Lavar en frío o a baja temperatura, pues el 90% de la electricidad que se consume es para calentar el agua. Utilizar preferentemente los ciclos de lavado a 30º o 40 º.
  • En la nevera, dejar que los alimentos calientes se enfríen completamente antes de colocarlos, evitar mantener la puerta abierta mucho tiempo o descongelar los alimentos en el interior aprovechando la energía que se ha utilizado para congelarlos.
  • Cocinar con olla a presión y con poca agua supone un ahorro del 50% de energía.
  • No usar el horno para cocinar pequeñas cantidades de alimentos, ni para recalentar o descongelar. No abrir la puerta si no es imprescindible.

Calefacción y aire acondicionado

Con el fin de obtener un uso eficiente de la calefacción en el hogar es recomendable:

  • No abrir las ventanas con la calefacción o el aire acondicionado encendido.
  • Para ventilar la casa son suficientes 10 ó 15 minutos.
  • No tapar las fuentes de calor con cortinas, muebles o elementos similares.
  • Regular temperatura sin superar los 20º C en invierno, por cada grado adicional gastarás aproximadamente un 5% más de energía.
  • Elegir bien el tipo de calefacción. Es preferible por este orden: solar, biogás, biomasa, leña, gas natural, propano o butano. Evita la electricidad.
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