La proliferación indiscriminada de terrazas de bares y restaurantes en la ciudad de Valencia parece no tener límite. Cada vez más istalaciones invaden las aceras o calles peatonales ocupando mucho más espacio del que queda libre para los peatones, que deben sortearlas para poder pasear como si de una carrera de obstáculos se tratara.

De hecho, según los datos del Ayuntamiento de Valencia, actualmente hay 3.093 permisos concedidos para instalar mesas y sillas en la vía pública, lo que supone un 7,5% más que hace tan solo un año.

El origen de este boom está en enero de 2011, con la entrada en vigor de la ley antitabaco que prohíbe fumar en el interior de los locales hosteleros. Desde entonces, el número de solicitudes y de permisos por parte del Consistorio se ha disparado pasando de las 1.794 instalaciones hasta las 3.093 actuales, es decir, casi el doble en tres años.

Este incremento se ha convertido en un inesperado filón económico para las arcas municipales, que han pasado del millón de euros que ingresaron en 2011 a los establecimientos en concepto de tasa por ocupación de la vía pública, a los 2 millones que van a recaudar en el presente año (175.204 euros más que el año pasado).

El incremento en la concesión de licencias se produce a pesar de las reiteradas quejas vecinales por los problemas que generan a nivel de ruidos y de falta de espacio para los viandantes en la mayoría de zonas de ocio de la ciudad, especialmente en El Carmen, Xúquer, Cánovas o Ruzafa.

En este último barrio, el Ayuntamiento ha frenado temporalmente la concesión de nuevas licencias a petición de la asociación de vecinos del barrio hasta que estén finalizadas las obras de reurbanización: "Queremos que antes se decida el mobiliario urbano que se va a poner y su ubicación, para que las terrazas no resten espacio a los viandantes", explica el portavoz vecinal, Giovanni Donini.

La nueva ordenanza de vía pública que se aprobó inicialmente el pasado viernes aumenta, aunque levemente, el espacio para los peatones frente a las terrazas. Según el texto, que está en fase de alegaciones, la banda de paso peatonal se incrementa en 30 centímetros (pasa de los 1,20 metros actuales a 1,50), excepto en Ciutat Vella, donde las aceras son más estrechas.