La agencia de espionaje de EEUU tenía una base de datos de 122 líderes internacionales

  • Esa base de datos acumula "más de 300 informes" sobre la canciller Angela Merkel, según 'Der Spiegel', que cita documentos de Edward Snowden.
  • La justificación de espiar a estas personalidades extranjeras era lograr "informaciones" sobre "objetivos" que "de otra forma es difícil de conseguir".
  • En el caso de Merkel, la información se encuentra en un archivo que recoge metadatos: quién llama a quién, cuándo, desde dónde y por cuánto tiempo.
Varios eurodiputados cubren sus caras con caretas con el rostro del extécnico de la CIA Edward Snowden durante una votación sobre el espionaje de Estados Unidos, en el Parlamento Europeo de Estrasburgo (Francia).
Varios eurodiputados cubren sus caras con caretas con el rostro del extécnico de la CIA Edward Snowden durante una votación sobre el espionaje de Estados Unidos, en el Parlamento Europeo de Estrasburgo (Francia).
Patrick Seeger / EFE
Varios eurodiputados cubren sus caras con caretas con el rostro del extécnico de la CIA Edward Snowden durante una votación sobre el espionaje de Estados Unidos, en el Parlamento Europeo de Estrasburgo (Francia).

La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) elaboró una base de datos específica en un archivo con informaciones sobre jefes de Estado y Gobierno que en mayo de 2009 contaba con fichas de 122 personas, entre ellas las de los entonces presidentes de Perú, Alan García; Guatemala, Álvaro Colom, y Colombia, Álvaro Uribe.

Esa base de datos acumula "más de 300 informes" de alto secreto sobre la canciller alemana, Angela Merkel, según informó este sábado el semanario Der Spiegel, que cita documentos obtenidos a través del extécnico de la inteligencia estadounidense Edward Snowden.

La lista de líderes internacionales espiados por EE UU arrancaba con Abdullah Badawi, el recién dimitido primer ministro de Malasia, y concluía con Yulia Timoshenko, la líder opositora ucraniana, que en aquel momento era primera ministra de su país.

La justificación de espiar a estas personalidades extranjeras era lograr "informaciones" sobre "objetivos" que "de otra forma es difícil de conseguir", según uno de los documentos a los que tuvo acceso Der Spiegel.

Documentos sobre Merkel

La fuente principal de la que proviene la información sobre la canciller alemana es la base de datos denominada "Marina", que recoge metadatos, esto es, el quién llama a quién, cuándo, desde dónde y por cuánto tiempo.

El documento señala que la jefa del Gobierno alemán es un objetivo para el espionaje estadounidense —y en concreto para la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para la que trabajó Snowden—, una afirmación que podría utilizarse como prueba por parte de la fiscalía federal alemana en las pesquisas preliminares que está llevando a cabo sobre este asunto.

Relaciones bilaterales dañadas

El año pasado salió a la luz pública, gracias a las revelaciones de Snowden, que los servicios secretos estadounidenses mantuvieron pinchado durante años uno de los teléfonos móviles de Merkel.

El presidente de EE UU, Barack Obama, aseguró en una entrevista a una televisión alemana que Merkel no tendría que preocuparse más por las escuchas, con lo que reconoció implícitamente que por un tiempo indeterminado sí que se produjeron.

Las informaciones periodísticas difundidas el año pasado con base a la documentación filtrada por Snowden, y que desvelaron que Washington mantiene un programa mundial de espionaje masivo y un sistema selectivo de escuchas de líderes políticos, pusieron de relieve además que millones de llamadas y correos electrónicos realizados en Alemania fueron interceptados por EE UU.

Estas noticias causaron una gran indignación en Alemania, un estrecho aliado de EE UU, y enturbiaron las relaciones entre Berlín y Washington durante un tiempo.

El Gobierno de Merkel intentó entonces aprovechar la situación para forzar a Washington a acordar un tratado de no espionaje mutuo, algo que parece cada vez más lejano por las reticencias estadounidenses a cerrarse puertas y la pérdida de actualidad del escándalo.

Las elecciones parlamentarias del pasado septiembre en Alemania, la posterior formación de un gobierno de coalición entre conservadores y socialdemócratas, y el estallido de la crisis de Ucrania desviaron la atención sobre este tema de la opinión pública alemana. Está previsto que la canciller Merkel viaje a Estados Unidos a principios de mayo para entrevistarse con Obama.

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