Los románticos pero no siempre favorecedores tonos pastel, las huellas de labios como estampado protagonista en lugar del corazón o la estrella, la cuadrícula en sustitución del tartán y las veraniegas incluso excesivas (dependerá de la versión elegida) palmeras marcan los pasos de esta primavera en la moda.

Tendencias que se dejaron ver en los desfiles de alta costura y ya visten los escaparates de las tiendas, en las que sobre todo se aprecia una avalancha de colores claros, suaves y no demasiado sencillos de conjugar con el tono de piel latina.

"Pinceladas para los armarios de ambos sexos, aunque seguramente, así lo dice la estilista Bárbara Crespo, "Lo veremos más en las mujeres, ellos se atreven menos y además son menos fashion victim".

De sustitutos del color negro no se habla, porque al negro ni lo ha ganado ni, así lo dicen quienes lo saben, no lo vence nada. No hay pastel que valga. "Es imposible cansarse del negro. Lo otro son tendencias y pasan" afirma Bárbara. "Es fondo de armario" afirma Elena Samper (estilista y encargada de Voneka), "pero esta temporada los colores pastel son también parte de él".

¿Y los flúor? Parecían agonizantes ya el pasado verano, pero Crespo no lo tiene tan claro: "Hay colores muy intensos este verano: el amarillo y el fucsia pegan fuerte. A la mujer latina le favorecen más que los colores suaves". Samper mezcla sin temor diferentes tonos, eso sí, siempre y cuando quien lo lleve sea atrevido.

El pastel arrasa fuera de las pastelerías. Esta primavera (y menos este verano) no hay quien huya del pastel. Verde, violeta y rosa palo, ese color que fue la estrella de los sesenta, y que aunque se disputa el liderazgo con el azul bebé, no lo tiene fácil. El azul clarito parece que gana, aunque habrá que esperar a ver lo que dice la gente de la calle.

Aunque nunca serán ni el uno ni la otra ese ‘nuevo negro’ que alguno pretende. La personal shopper Bárbara Crespo señala la facilidad de combinar los colores pastel con el blanco (muy de moda también este verano) o incluso entre sí: “Malva claro con amarillo claro es una combinación que funciona muy bien”. Atrevida, pero como Samper señala: "así se rompe la posible monotonía del pastel".

La otra opción que está de moda para los colores pastel, es el total look: todo al mismo pastel, aunque no exactamente el mismo. "Lo mejor es usar diferentes tonos del mismo color: por ejemplo un verde más oscuro para el pantalón, más claro arriba y, unos zapatos nude o las muy de moda sandalias y zapatos con partes transparentes de vinilo” recomienda la estilista Vanessa de Los Ríos.

Azul baby con rock. Aunque algunos confiaban en que el flúor había dado sus últimos coletazos, Crespo avisa y Elena Samper está de acuerdo: “El amarillo de esta temporada es muy intenso y el fucsia se lleva mucho. Son colores que a las latinas nos favorecen, la mayoría tenemos la piel cetrina: los tonos pastel no nos quedan bien, son para pieles más blancas”.  También hay algún verde muy intenso señala la encargada de Voneka.

De Los Ríos, que defiende el azul bebé como rey del festival pastel, aconseja el contraste con negro, a poder ser con algo 'rockero': “Una cazadora ‘perfecto’ (rockera y con tachuelas) casa sin problemas con un vestido pastel. Otra manera de darle un toque diferente a lo pastel es usar complementos étnicos (tendencia total): espejitos, moneditas, pedrería…".

La cuadrícula se sale del cuaderno. Los cuadros tartán que este invierno se han hecho hueco en el armario evolucionan hacia los vichy o los que simulan una cuadrícula. Se llevan mezclados entre sí, y una de las mejores maneras la da Bárbara Crespo: “Arriba podemos poner una prenda de cuadritos con fondo negro y raya blanca y en la parte inferior, al revés. Eso sí: cuidado con las formas, porque los cuadros añaden volumen”.

Vanessa de Los Ríos prefiere que en una cita formal se evite la combinación de cuadros arriba y abajo. Sin embargo, no ve inconveniente en mezclar una blusa con un tipo de cuadrito con una chaqueta o cazadora que lleve otro cuadrito diferente. Su aviso es como el de Crespo: “Donde va el estampado aumentamos ópticamente el volumen, así que en función de lo que queramos resaltar allí pondremos la prenda de cuadritos”. 

La huella de labios ya no es una ‘indiscreción’ y la palmera se lleva la palma.  El corazón, la estrella, el bigote, la calavera han vivido su momento de gloria, el nuevo: la huella de labios. Vestidos, camisas, camisetas y complementos (desde bolsos y pulseras hasta pañuelos, incluso corbatas) los lucen. Para la estilista De Los Ríos es el nuevo protagonista : “Cada temporada hay un motivo distinto. Antes fueron los corazones y ahora son los labios”.  La elección favorita de Samper es la camiseta blanca con las huellas de labios en tonos pastel y no tanto en tonos rojos.

Lo tropical siempre llega de alguna manera en estas fechas, desde flores hasta pájaros pasando por frutas, pero el elemento que promete con ‘machacar’ este año es la palmera que ya hemos visto en varias pasarelas. “Es algo muy americano” dice Vanessa, “las camisas hawaianas son tendencia”. ¿Veremos la calle llena de hombres con camisas hawaianas? "Pues siempre hay gente que se atreve con todo" afirma divertida Crespo, "y si sabes cómo defenderlo puede quedarte genial".