Después de casi seis años de abandono y degradación, el Ayuntamiento de Madrid se dispone a ejecutar una operación de lavado de cara de las zonas verdes madrileñas. El Consistorio está poniendo en marcha un plan de renovación que implicará arreglos en parques y jardines repartidos por todos los distritos de la ciudad durante 2014. "Los primeros trabajos de este plan ya han comenzado estos días en el parque de El Calero (Ciudad Lineal) y en el Trefacio (Hortaleza). Seguirán el 1 de abril en el parque Casino de la Reina (Lavapiés) y durante ese mes en la calle Tejo (Arganzuela)", según portavoces del área municipal de Medio Ambiente.

El programa de reformas se irá completando a lo largo de 2014, con el objetivo de adecentar 90 zonas verdes, parques y jardines urbanos antes de que acabe el año. "Las actuaciones en el resto de parques se continuarán realizando de forma progresiva hasta el mes de noviembre. Son las zonas verdes más cercanas a los vecinos, las que más se utilizan a diario", apuntan en Medio Ambiente. Los 90 espacios que se prevén renovar suman cerca de 500 hectáreas, una superficie equivalente a más de cuatro veces la del parque de El Retiro.

Los trabajos consistirán en la recuperación de ejemplares vegetales que se habían ido muriendo en los últimos años (con la plantación de 23.000 árboles nuevos, 480.000 arbustos y 800.000 plantas de flor), regeneración de praderas de césped, pavimentación y mejora de caminos, renovación de sistemas de riego, arreglos en el mobiliario urbano (con la instalación de nuevas papeleras y bancos) y reforma de áreas infantiles.

Según el programa previsto por el Ayuntamiento, las obras de renovación se repartirán por los 21 distritos de la ciudad y afectarán a algunas de las zonas verdes que más han sufrido los recortes durante la crisis. En el interior de la almendra central, se realizarán reformas, entre otros, en el parque Rodríguez Sahagún (Tetuán), el Tierno Galván (Arganzuela), el parque Roma (Retiro), el Eva Perón (Salamanca), en la calle Corazón de María (Chamartín) o en los jardines de la calle Arapiles (Chamberí).

En esta ocasión, los distritos periféricos serán los beneficiarios del mayor número de actuaciones. Se adecentarán nueve áreas verdes de Puente de Vallecas (como el Parque Lineal de Palomeras o el Azorín), otras nueve en Vicálvaro (entre ellas, el Parque de la Vicalvarada o el bulevar Indalecio Prieto), siete en Ciudad Lineal (como los de Anémonas o Baterías), seis en San Blas (en Barrio de las Musas o en Arcos de Jalón), cinco en Carabanchel (como el Parque de San Isidro o zonas verdes de Carabanchel Alto) y otros cinco en Moncloa (entre otros, los jardines de Goya y la Colonia del Manzanares).

También habrá reformas en cuatro zonas verdes de Villaverde (como en Ciudad de los Ángeles o la Dehesa Boyal), cuatro de Usera (Pradolongo y Orcasitas, entre otros), cuatro más de Moratalaz (como Arroyo de la Media Legua o Parque Zeta) y otros cuatro de Hortaleza (como los de Pinar del Rey o San Lorenzo). Mientras, tendrán tres actuaciones cada uno de los distritos de Fuencarral (como en la zona verde de la calle Mar Océana), Latina (el parque Arias Navarro o el de Las Cruces), Barajas (en calle Acuario o Juan de la Cierva) y Villa de Vallecas (en el margen de la A-3).

El plan cuenta con una dotación presupuestaria de 22,6 millones de euros (que se añaden al presupuesto ya previsto para el ejercicio). Con este dinero se intenta frenar el deterioro paulatino que han sufrido los parques madrileños desde que comenzaron los recortes municipales. En 2008, el Ayuntamiento dedicó 198,4 millones de euros a la partida de Patrimonio Verde, encargada de la conservación de los parques y jardines. Este dinero se ha reducido progresivamente hasta tocar suelo en 2014, cuando el presupuesto inicial para Patrimonio y Áreas verdes se ha quedado en 135 millones. Por tanto, en seis años la dotación para mantener parques ha bajado en 63,4 millones (un 32% menos).

El efecto de esta falta de mantenimiento se ha hecho evidente en casi todos los parques madrileños, con cientos de árboles moribundos, praderas de césped secas y con calvas, lagunas enfangadas, rías sin agua, áreas infantiles deterioradas y pintadas sobre el mobiliario urbano. Las asociaciones ecologistas y los colectivos vecinales de Madrid llevaban años denunciando el descuido del patrimonio verde madrileño.

Ahora, el equipo de Botella por fin se ha decidido a realizar arreglos en los parques, pero los vecinos creen que el dinero invertido es insuficiente: "El mantenimiento ha caído tanto que los parques están fuertemente degradados. Lo que se van a gastar no es más que una mínima parte de la inversión que se necesitaría para ponerlos en condiciones", lamenta Francisco Caño, responsable de Medio Ambiente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm). Además, el representante de los vecinos sospecha que las actuaciones previstas "son un escaparate: harán unos cuantos arreglos, pero probablemente se quedarán ahí. Nos tememos que a la vuelta de dos años, las zonas verdes vuelvan a estar igual que ahora o peor. Los maquillajes no valen".