Una agente de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la Policía destacó hoy el uso que hicieron de internet los autores del 11-M para preparar los atentados y consideró la posibilidad de que emplearan un simulador del Consorcio de Transportes de Madrid para conocer el recorrido y los horarios de los trenes en los que colocarían las bombas.
Esta agente, sexto testigo y primera mujer que comparece como tal en el juicio por el atentado del 11 de marzo en Madrid y que, al igual que los otros cinco personas que ya han testificado, lo hizo amparada por el sistema de protección de testigos que le impide ser vista por el público, explicó detalladamente el informe que realizó en agosto de 2005 en el que se recogían todos los datos que se tenían de la investigación hasta esa fecha.
Documentos variados
Explicó que llegó a la conclusión de que los terroristas habían utilizado internet para sus propósitos al encontrar entre los restos del piso de Leganés en el que se suicidaron siete de los responsables del 11-M material informático en el que figuraba una serie de manuales para la preparación de atentados y sobre la yihad.
"En el piso del
Estos documentos, señaló la agente, se referían al entrenamiento espiritual, personal o militar que tenían que realizar los terroristas y a las pautas que debían adoptar para cometer acciones armadas.
En algunos de esos ficheros se recogían datos sobre cómo ocultar explosivos, cómo atacar mediante el sistema de guerrilla, así como consejos para la utilización de teléfonos móviles en atentados.
Ataque a los trenes
En cuanto al ataque a los trenes, se baraja la hipótesis de que o bien los miembros de la célula que perpetraron la masacre conocían perfectamente los recorridos o bien hicieron uso de una página de internet del Consorcio de Transportes de Madrid en el que aparece un simulador que sólo se refiere a los trenes de Cercanías.
En este sentido, añadió que ella misma ha usado ese simulador para determinar las posibles horas de salida de un grupo y de otro en los que se dividieron los terroristas para cometer los atentados, unas trece personas en total.
Tras realizar esa simulación, añadió, y teniendo en cuenta que el primero de los trenes explotó en el interior de la estación de Atocha, llegaron a la conclusión de que "el destino del cuarto tren, el que explosionó en la calle de Téllez, obviamente era Atocha".
"Se trabajó con la hipótesis de que fueron 13 los terroristas que llevaron las mochilas", ha matizado la testigo.
Perfiles genéticos
También relató que en su informe se hace un análisis pormenorizado de los restos biológicos hallados en:
- Los escombros del piso de Leganés.
- En la finca de Chinchón.
- En la mochila que apareció en la estación de El Pozo.
- En la furgoneta Renault Kangoo.
- En el Skoda Fabia hallados en las inmediaciones de la estación de Alcalá de Henares, entre otros.
De este modo, serían siete los perfiles genéticos que permanecen anónimos y, por tanto, siete presuntos implicados en el 11-M de los que aún no se averiguado su identidad.
También indicó que unas 105 huellas dactilares siguen sin identificarse, muchas de ellas extraídas de libros, que, según reconoció una de las defensas, además de los autores de los atentados pudieron ser utilizados por otras personas en mezquitas y centros penitenciarios.
Represalia contra España
La agente explicó además que según las reivindicaciones que hubo de los atentados se llegó a la conclusión de que el 11-M pudo ser una represalia contra España por su participación en la guerra de Irak y por la presencia de las tropas españolas en Afganistán.
De hecho, los atentados fueron reivindicados por el portavoz militar de Al Qaeda en Europa, Abu Dujana Al Afgani, y el suicida Jamal Ahmidan el Chino, según esta testigo, soñaba con ir a combatir a Afganistán.
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