Los 'chatarreros' hacen guardia en los puntos limpios de Madrid para quedarse los residuos

  • Decenas de chatarreros irregulares se plantan a diario en las puertas de los puntos limpios para interceptar los desechos de metal antes de que entren.
  • Hasta ahora eran comunes los saqueos nocturnos, pero los 'chatarreros' han cambiado de modus operandi al aumentar la vigilancia por las noches.
  • "El 80% de los residuos que se llevan a los puntos limpios no llegan a entrar o son robados", dice la patronal de empresas de gestión de residuos.
  • Iván, chatarrero en Vicálvaro: "Lo que para ti es basura a mí me da de comer".
Un 'chatarrero' recoge residuos metálicos de un coche en la puerta del punto limpio de Vicálvaro.
Un 'chatarrero' recoge residuos metálicos de un coche en la puerta del punto limpio de Vicálvaro.
JORGE PARÍS
Un 'chatarrero' recoge residuos metálicos de un coche en la puerta del punto limpio de Vicálvaro.

Los puntos limpios de Madrid se han convertido en una mina para las los chatarreros irregulares. Los madrileños desechan allí residuos que aparentemente no tienen ningún valor, como electrodomésticos estropeados o aparatos eléctricos que se han quedado obsoletos. Sin embargo, esos mismos desechos pueden ser un tesoro para las personas que no tienen nada. Durante la crisis, los saqueos a los puntos limpios se han convertido en algo habitual, según denuncian las empresas que gestionan estos centros de reciclaje y confirman tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Policía.

Hasta ahora, estos robos se solían producir por la noche y a la fuerza. Pero en los últimos meses los 'chatarreros' están cambiado de modus operandi: ahora hacen guardia en las puertas de los puntos limpios para esperar a los ciudadanos que llevan sus residuos e interceptarlos antes de que entren. "Esta forma de actuar es bastante nueva. Ya no se ven tantos asaltos nocturnos, pero sí es muy habitual encontrarlos en las puertas a cualquier hora del día. Es muy difícil dar una cifra exacta de personas que se dedican a esto, porque no hay ningún protocolo para detectarlos, pero contando toda la ciudad se puede hablar de más de un centenar que rotan en los puntos limpios. Y eso sin contar los que rebuscan en los contenedores", explican fuentes de la Policía Municipal.

"El 80% de los residuos eléctricos y electrónicos que deberían entrar a los puntos limpios (teniendo en cuenta la población de Madrid) se acaban perdiendo, porque los 'chatarreros' lo interceptan en la puerta antes de que llegue a entrar o porque entran a desvalijarlos", asegura Luis Palomino, secretario general de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (Asegre). Según sus cálculos, "cada año se roban 3.200 toneladas de residuos metálicos en los puntos limpios madrileños, sobre todo aparatos pequeños. Es un problema también medioambiental, porque sacan esos residuos del ciclo de reciclaje, dejan tirado el material que no les sirve y, en algunos casos, esos aparatos tienen sustancias tóxicas". El Ayuntamiento no dispone de datos oficiales de robos.

Contenedores con candados y vigilantes

Desde el inicio de la crisis, muchas personas han encontrado en la captura y reventa de cobre y metal una fuente de ingresos. En algunos casos, cogen esa chatarra de los contenedores; pero, en otros casos, la roban directamente de los puntos limpios. "Antes era más habitual el saqueo mediante asaltos nocturnos. Pero se pusieron medidas de seguridad, como contenedores con candados y vigilantes por las noches, y se ha logrado reducir este tipo de robos. Como ahora es más difícil entrar por la noche, han cambiado el tipo de robo y se colocan en las puertas, a cualquier hora del día, para quedarse con el material que va a entrar", según Palomino.

Los operarios de puntos limpios ya se han habituado a su presencia: "Están aquí casi todos los días. Es más habitual los sábados, porque es cuando más gente viene a traer los residuos, pero es muy fácil verlos en cualquier momento. Algunos vienen solos, otros vienen en grupo e incluso hay algunos que se traen su furgoneta, sus sillas de plástico y se tiran todo el día desmontando aparatos para buscar el cobre, hierro o aluminio", explica un trabajador de uno de los centros de reciclaje del sur de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid, en vista del incremento de robos, ha instado a las empresas que gestionan los puntos limpios (dado que es un servicio municipal) a aumentar la vigilancia de los recintos. El nuevo pliego de condiciones de adjudicación del servicio (formalizado a mediados de 2013) priorizó a las concesionarias que ofrecían "vigilancia de las instalaciones en turno de noche, así como la incorporación de un sistema de vigilancia por televisión". Además, obliga a las empresas a implantar sistemas "que impidan o disuadan del acceso de personas con fines distintos a los que están destinados estas instalaciones" y a "denunciar los robos que se puedan producir".

"No suelen pedir los residuos con amenazas"

Con estos niveles de seguridad, los 'chatarreros' han tenido que reinventarse: "No suelen crear problemas, no piden los residuos con amenazas, sino que se acercan a los coches que llegan al punto limpio y les piden los desechos sin más. A la gente al final le da igual dejarlo dentro o dárselo a ellos. Los asaltos sí son un delito de robo con fuerza, pero si esperan en la puerta hay menos argumentos legales para cortar esa actividad", según dichas fuentes policiales.

Mientras, los operarios de recogida de residuos en Madrid también han detectado un incremento de estas prácticas: "Hay un aumento espectacular de 'chatarreros'. Antes solo se dedicaban a ellos los sectores más marginales o gente que vivía en la calle, pero ahora encuentras a personas más jóvenes, con un perfil más normalizado, que dan la impresión de que hasta hace poco estaban totalmente integrados en la sociedad", cuenta Juan Carlos del Río, del sector de Limpieza de UGT.

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