Acierta con tu tarjeta gráfica

Probablemente, el componente de un ordenador que evoluciona con más rapidez sea la tarjeta gráfica. ¿Que motiva este ritmo? La razón es que la gráfica es un componente fundamental en la ejecución de videojuegos, un mercado en auge que está generando cifras de negocio astronómicas y que nadie quiere perderse.

De este modo, se entra en un círculo vicioso en el que nuevas tarjetas permiten ejecutar juegos más potentes, pero a su vez, los últimos juegos requieren aun más potencia en las tarjetas...

Los no jugadores

Para los usuarios que no sean aficionados a los juegos o usen el ordenador para trabajo ofimático, cualquier tarjeta gráfica actual, resolverá sus necesidades.

Incluso los sistemas integrados en la propia placa base ofrecen prestaciones más que suficientes para un uso "normal". El sistema más extendido es el que Intel integra en sus chipset, actualmente el Intel Graphics Media Accelerator (GMA) 900.

Sus prestaciones incluyen soporte para pantallas de alta definición (HDTV) y aceleración por hardware para aplicaciones DirecX 9 y OpenGL, por lo que tampoco excluyen radicalmente a las aplicaciones exigentes como os juegos o la animación gráfica.

La ventaja de optar por esta solución es que resulta mucho más económica que una tarjeta adicional y mucho mas compacta.

Sin embargo, si las exigencias son muy elevadas el rendimiento no será suficiente.

ATI vs nVidia

Actualmente este mercado está en mando de dos contendientes, Ati (recientemente adquirida por AMD) y nVidia, en constante puja por el primer puesto.

Las últimas novedades siempre tienen precios desorbitados que hacen que lleguen a un sector de usuarios muy limitado.

Por eso siempre es mejor optar por un modelo uno o dos escalones por debajo del mejor, para que la relación rendimiento/precio sea más adecuada.

Lo más reciente es ofrecer soporte para DirectX 10, que es la versión incluida en el nuevo Windows Vista, y con el que se esperan incrementos significativos del rendimiento. La propuesta de nVidia es el chip G80 y las tarjetas GeForce 8800 GTX/GTS.

Por su parte, Ati usa el chip R600, pero aún no ha presentado los modelos definitivos. Por lo tanto si quieres obtener el máximo rendimiento con Windows Vista, actualmente tu única opción son las GeForce 8800.

Dos mejor que una

Pero a los auténticos fanáticos del rendimiento y la calidad, ni siquiera la tarjeta más potente es capaz de satisfacerles.

Poniendo dos tarjetas que se repartan el trabajo el resultado será, sin duda, mucho mejor.

En realidad, no es en el rendimiento donde más diferencia se nota, sino en la calidad de las imágenes, pues dos tarjetas pueden procesar el doble de información en el mismo tiempo y así conseguir la misma fluidez de movimiento con resoluciones mayores o con más detalles en las texturas, en las sombras... en definitiva, con mayor realismo.

Tanto que, a veces, es difícil distinguir si la Adriane que estamos viendo es la real, o la virtual.

El mayor problema es que los sistemas de Ati (Crossfire) y nVidia (SLI) necesitan que la placa base los soporte, y no son compatibles entre si. Por tanto al comprar la placa base nos estaremos atando a uno de los dos fabricantes para el resto de su vida (la de la placa, claro).