El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se ha pronunciado sobre la instrucción del 'caso Gürtel' que lleva a cabo el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz —y cuyo primer instructor fue el propio Garzón hasta su inhabilitación—, indicando que ve "respetable" y "defendible" el trabajo del magistrado, en tanto que "los temas económicos y de corrupción son siempre difíciles, porque presentan muchas aristas y el trabajo de la investigación no siempre es ágil", si bien cree que el mismo ya ha sufrido "demasiadas dilaciones".

En rueda de prensa con motivo de la presentación de la Unión de Juristas Independientes de Andalucía, Garzón ha expuesto su convicción de que en el caso se impone "una pronta solución" para que cuanto antes se celebre juicio oral y público que dicte sentencia "con todas las garantías".

Cuestionado por la negativa este jueves a declarar del presunto líder de la trama, Francisco Correa, el jurista ha recordado que "está en su derecho" y que la investigación debe seguir adelante "con ello y sin ello". Con todo, ha incidido en la enorme cantidad de imputados existentes en la instrucción, calificando de "muy difícil" el poder entender que los juicios "se celebren tantos años después".

Por ello, ha abogado por dotar de "agilidad" el procedimiento a la hora de determinar participación y figuras delictivas que se persiguen, para no incurrir en situaciones como una que el propio Garzón instruyó y ha puesto de ejemplo: el caso de las 'herriko-tabernas', en el marco de la suspensión de actividades de Batasuna, que surgió en 2002 y que solo en estos días ve cómo se está celebrando la vista oral.

"En general, es muy difícil asumir que un proceso penal tarde doce años en empezar a decidir sobre la culpabilidad o inocencia", ha expuesto el exjuez de la Audiencia Nacional, que ve "inasumible" estas cifras en casos que "sé que son complejos, por experiencia personal", si bien "después de tantos años incluso aquellos que han quedado desvinculados ya tienen un perjuicio que es muy difícil que se les pueda reparar".

Garzón ha abundado en este aspecto al ser preguntado por los resultados de la Encuesta de Realidad Social de Andalucía —que arroja un alto porcentaje de andaluces descontentos con el funcionamiento de la justicia—, señalando que, asimismo, en la percepción ciudadana sobre este ámbito influyen "muchos aspectos: no solo el de la lentitud, también el de la percepción política de la misma o el impacto de los procedimientos cuando se refieren a temas de corrupción o que afectan a colectivos sensibles o con una clara violación de derechos".

"Lo que se evidencia es que el sistema no es bueno", ha explicado el jurista, que ha apostado por modificar el concepto de la propia justicia para su "agilidad" y que sea "realmente efectiva", así como por que los operadores judiciales "se hagan valer en su credibilidad". "Que pasen años para que se juzgue un hecho cuando ya en ningún caso esa justicia va a ser justa, porque está descontextualizada y va a romper más que a reparar, es lo que se tiene que evitar", ha agregado, apostillando que "la gente eso lo percibe, tú opinas por donde te duele".