El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha dado por "aparcado" el conflicto existente entre la flota gallega del cerco por el reparto de cuota de especies como caballa y jurel en el caladero del Cantábrico Noroeste, "por lo menos por este año".

Así lo ha considerado en una entrevista concedida a la Radio Galega y recogida por Europa Press, después de que la parte que rechazaba la distribución de cupo entre comunidades, que supone un 80% del sector —unas 120 embarcaciones—, acordase acatar la regulación y comenzar a faenar desde este lunes, al cederle País Vasco unas 400 toneladas de caballa.

Este mismo sector de la flota mantiene, no obstante, su reivindicación de un cambio en los criterios que definen el reparto para el año que viene, además de su intención de recurrir la orden de 2014.

Juárez, que ejerció cargos de responsabilidad relacionados con la pesca tanto en la Xunta de Galicia como en el Gobierno del Estado y en la Embajada de España en Estados Unidos, ha llamado la atención sobre que "no se entendía muy bien tanto enconamiento" por una especie, la caballa, que "supuso menos del 4% de las capturas en peso y el 2,6% en valor" el pasado ejercicio para el cerco gallego.

Según ha afirmado, la flota gallega del cerco está "especializada" en sardina y jurel, frente a la vasca, que se basa más "en otro tipo capturas" como la anchoa y la caballa.

"se trata de mantener la estabilidad"

Además, el delegado del Gobierno, que este miércoles estuvo presente en la reunión entre representantes de la flota, la conselleira do Mar y el secretario general de Pesca, ha defendido la primacía de los datos históricos como criterio para calcular el reparto de los topes pesqueros. "En todas las pesquerías del mundo, el criterio básico son las capturas históricas. Se trata de mantener la estabilidad de lo que se viene haciendo en términos económicos", ha sostenido.

En este línea, asimismo, ha advertido de que la utilización del número de tripulantes como único criterio —actualmente pesa un 10%, frente al 70% de las capturas históricas— "en otras especies perjudicaría mucho a Galicia" y "hay que ser coherentes".

"mala gestión por dirigentes del sector"

Sobre las movilizaciones, ha opinado que "lo que hubo es una mala gestión por parte de algunos dirigentes del sector", puesto que, a su juicio, "alentaron un clima de enfrentamiento que no tiene ningún sentido y que después incluso cuesta desactivar".

"A la gente no se la puede llevar a ese tipo de dinámicas, hay que tratar siempre de que el entendimiento cunda y no se puede alimentar ese tipo de acciones, que después es muy difícil de controlar", ha advertido.

La policía, desde su punto de vista, "para nada" actuó de una manera desproporcionada durante la carga que se produjo en las inmediaciones del Parlamento de Galicia. "A la policía le toca manejar la situación, tratar de no hacer más mal que bien, pero hay ciertas actitudes y acciones que no se pueden consentir", ha defendido, en alusión al lanzamiento de objetos como botellas, sillas "o incluso tapas de alcantarilla".

"algunas actitudes un poco prepotentes"

En cuanto a la polémica generada por el intento de mediación de dos diputados del BNG durante los enfrentamientos entre manifestantes del cerco y agentes, tras las críticas vertidas por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), en concreto, sobre Montse Prado, Juárez ha afirmado que "un sindicato está para defender a sus afiliados, por definición" y que "en este país hay libertad de expresión", por lo que "no se le puede negar a nadie".

Así, preguntado por el calificativo de "hoolingans", ha negado compartir esta expresión, pero se ha reafirmado en que "algunas actitudes un poco prepotentes por parte de algún diputado no ayudaban para nada en un conflicto de este tipo".

"En ese ámbito de violencia, pretender valerse de la condición de diputado para hacer cosas que no se pueden hacer, como tratar de impedir una detención de una persona que estaba agrediendo a un policía... obviamente no es de recibo y no se puede consentir con ningún ciudadano", ha expuesto, antes de finalizar con que "un diputado en la calle es un ciudadano más" y los parlamentarios "no pueden pretender tener un trato distinto" por su condición.