La monja dominica Lucía Caram ha recriminado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considerara una "vergüenza" el drama migratorio en la isla italiana de Lampedusa y sin embargo no se dé cuenta o "no quiera ver" lo que está pasando en la frontera de Ceuta y Melilla.

A su juicio, se trata de un problema de difícil solución al que no obstante podrían contribuir "auténticas" políticas a nivel europeo y mundial que atajen la miseria que hay en el mundo. Según ha dicho, quienes huyen de sus países lo hacen porque están "explotados y oprimidos" por gobiernos que, como el español, tienen demasiados intereses creados.

"La solución no es poner vallas ni disparar pelotas de gomas. No se trata de dejar que entren todos, pero hay que facilitar, por ejemplo, el retorno de la gente creando empresas en sus países y dejar de retener los bienes de manera tan voraz y que queden en manos de unos pocos", ha defendido esta religiosa contemplativa, quien ha reprochado que los líderes españoles "entren en un estado orgásmico" cuando oyen hablar de Estados Unidos o la canciller alemana Angela Merkel y pierdan el sentido común y de la justicia.

Sor Lucía, que ha achacado parte del problema a la falta de preparación de la clase política —"los que valen se dedican a la empresa privada", ha apostillado—, ha lamentado que a veces se olvide que aquellos que intentan venir a España son personas y que el único delito que tienen es "haber nacido en la miseria". Ha llamado, por tanto, a replantearse el modo de vivir y consumir.

Esta hermana argentina afincada en Cataluña ha participado este domingo en Segovia en un diálogo con la periodista de COPE Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), en el marco del IV Encuentro Mujeres que transforman el Mundo, organizado por el Ayuntamiento.

Haciendo gala de ese carácter "transgresor y desconcertante" que le caracteriza, como ha subrayado González en su presentación, esta "monja 2.0" que acumula miles de seguidores en Twitter y Facebook ha opinado sobre diversos asuntos de actualidad, como el aborto, la homosexualidad, los fichajes millonarios en el fútbol, el pontificado de Francisco, las redes sociales, los medios de comunicación, la situación en Latinoamérica o la crisis de la religión.

Sobre esta última, ha lamentado que muchos se han alejado de la Iglesia porque la gente de su "gremio" se ha dedicado a "controlar las conciencias, a manipular y a mantener un chiringuito que no reconoce ni Dios".

Sor Lucía, reclamada de manera habitual en foros y entrevistas por su carisma, su sentido del humor y su capacidad crítica hacia el poder y la cúpula eclesiástica, ha insistido en que la Iglesia es la peor vendedora de un gran producto y en que lo primero que ésta debe hacer es vivir y servir, pues las palabras mueven pero "los ejemplos y los testimonios arrastran".

Para ella, evangelizar es estar próximo a las personas, ponerse en la piel del otro y recorrer su camino. "Ahí dejas de dar teoría y a lo mejor llorando con él empiezas a luchar a muerte por la vida", ha redundado en declaraciones recogidas por Europa Press esta dominica cuyos principios comulgan con la doctrina del Papa Francisco, el mismo que le hizo "recuperar la esperanza".

"mariconadas color rojo"

Según ha dicho, este pontífice está "seduciendo" al mundo por su normalidad. "Está humanizando lo que habíamos hecho anormal. La gente se sorprende de que lleve zapatos normales, pero es que lo que llevaban antes eran unas mariconadas color rojo", ha espetado entre las risas y los aplausos del público.

Sor Lucía opina que los pastores tienen que "oler ovejas", estar en el corral con la gente y, como dijo el Papa, abrir la Iglesia para que los obispos salgan al encuentro de las personas y se recupere la alegría del Evangelio. "Francisco ha traído aires nuevos. Cuando llegó, dentro olía a podrido y él abrió la ventanas y acto seguido se fue a Santa Marta para estar con la gente", ha recordado esta religiosa, quien asegura que el sumo pontífice "no está improvisando ni haciendo una tarea de marketing".

Aborto y fútbol

Preguntada por una espectadora sobre el aborto, ha considerado que la Iglesia puede expresar su opinión acerca de él pero ha subrayado que es "ilícito" que ésta presione, salga a la calle a condenar e imponga "yugos pesados" a la mujer.

Parafraseando de nuevo al Papa Francisco, ha recordado que todos en esta sociedad tienen derecho a hablar y decir lo que piensan, entre ellos la institución eclesiástica, aunque sin olvidar que "Dios en el paraíso regaló la libertad", con lo que nadie puede meterse en la conciencia de las personas y su mundo espiritual para juzgar y tomar sus decisiones.

Lucía Caram ha rechazado por tanto que el secretario de la Conferencia Episcopal dijera que todas las mujeres que interrumpan su embarazo estarán automáticamente excomulgadas, ya que además ese discurso de expulsión "no tiene nada que ver con el Evangelio".

"Me gustaría que esa contundencia o fuerte presencia que tiene la Iglesia sobre la moral sexual la tuviera también en el tema de la injusticia que estamos viviendo", ha reclamado esta monja, quien se reconoce siempre defensora de la vida pero confiesa que nunca censurará a una mujer que tome la decisión de abortar. Es más, ha incidido en que le acompañará para buscar los medios que garanticen su libertad a la hora de elegir.

Apasionada del Fútbol Club Barcelona, ha calificado por otra parte como "vergonzosos" y "pornográficos" los altos sueldos que perciben los jugadores de fútbol, un deporte cuyo espíritu, en su opinión, se ha "corrompido". "Me gusta el buen fútbol, pero eso es una bofetada a los más pobres. Se ha profanado el deporte, que debería ser algo sano al servicio de la sociedad", ha aseverado.