La Asociación Andaluza de Viveristas y Floricultores (Asociaflor) ha destacado este jueves el "importante" descenso del consumo interno, el descenso en la actividad y el consecuente cierre de "muchas" empresas con el cambio en el tipo impositivo del IVA en el sector de plantas vivas y productos de la floricultura, al pasar del ocho por ciento al 21 por ciento. Si bien, confía en que en estos próximo meses esté incluida una revisión del tipo de IVA aplicado a flores y plantas, y su cambio al tipo reducido.

El cambio de tipo impositivo ha agravado la crisis en las explotaciones agrarias de este sector y está teniendo "consecuencias devastadoras para el mantenimiento de esta actividad productiva, provocando una fuerte caída del empleo", según ha señalado la asociación en un comunicado.

El sector se ha visto muy afectado por la crisis económica, habiendo sufrido una "dramática" disminución del consumo privado y una "gran" reducción de la demanda de las administraciones públicas para parques y para obras públicas, que prácticamente ha desaparecido. Como consecuencia de todo ello, ha explicado que se está generando una "fuerte" caída de la actividad económica y del empleo en las explotaciones, concentradas en más de un 90 por ciento en las Comunidades Autónomas de Valencia, Cataluña, Andalucía, Murcia, Galicia y Canarias.

No obstante, las principales zonas de producción son muy competitivas y tienen ventajas comparativas con relación a otras producciones comunitarias por las buenas condiciones climáticas, la excelente relación calidad/precio, la extensa variedad de productos y el amplio calendario de producción.

Estos factores, unidos a la necesidad de acceder a nuevos mercados para compensar la caída del consumo nacional, han llevado a Andalucía a liderar en el pasado año 2013, por primera, el ranking autonómico de exportación de flores y plantas, con una facturación de más de 69 millones de euros. Sin embargo, las empresas además tienen que competir con "una creciente y muy importante economía sumergida", forzada por ese mismo incremento en los precios, que pone en riesgo la propia supervivencia del sector.

El sector entiende que la modificación del tipo impositivo implica obviar la naturaleza agraria de las plantas vivas, siendo la planta viva el único producto agrario, incluidos todos los productos de alimentación y bebidas, que no está incluido en el tipo superreducido o reducido de IVA.

El sector no recibe ningún tipo de ayuda de la Unión Euoropea (UE), siendo además el sector agrario más liberalizado. Las concesiones arancelarias otorgadas por la UE y los acuerdos bilaterales suscritos con países terceros han provocado que más del 80 por ciento se importe en la Unión Europea sin pagar derechos de aduana. Por consiguiente existe práctica libertad de acceso al mercado europeo para las producciones procedentes de terceros países.