Londres crece (hacia arriba): 236 'torres' serán edificadas en diez años, 22 con más de 50 pisos

  • La fiebre por las alturas "alterará dramáticamente" el 'skyline' de la capital británica, según un estudio independiente del colectivo New London Architecture.
  • El 80 por ciento de las nuevas 'torres' estará dedicado a viviendas, 18 serán de oficinas, ocho albergarán hoteles y 13 se destinarán a usos múltiples.
  • Del total de 'torres' planeadas de más de 20 pisos, 22 tendrán más de 50, el mínimo para que sean considerados rascacielos.
Imagen generada por ordenador de algunas de las nuevas construcciones proyectadas, vistas desde el Támesis
Imagen generada por ordenador de algunas de las nuevas construcciones proyectadas, vistas desde el Támesis
© Hayes Davidson
Imagen generada por ordenador de algunas de las nuevas construcciones proyectadas, vistas desde el Támesis

Londres mira al cielo y decide urbanizarlo. La capital del Reino Unido se ha convertido en los últimos años en la patria de algunos de los más altos rascacielos y construcciones civiles de Europa. El Shard (306 metros, 87 pisos), inaugurado en 2012 no tiene rival en la UE. Un año antes habían terminado las obras de la Heron Tower (230, 46) y está a punto de concluir las del Leadenhall Building (225, 48). Casi de estreno son el Vauxhall (181, 49), terminado en 2013; el Broadgate (164, 35), de 2012; el Strata (147, 43), de 2010, y el Pan Peninsula (147, 48), de 2008. El polémico Pinnacle (288, 64), paralizado y rediseñado, alcanzará el número uno del hit parade británico y europeo en cuanto lo terminen.

La fiebre por las alturas no ha cesado. Al contrario, aumenta de temperatura [visión prevista del skyline en 2015]. La crisis de la vivienda en la macrociudad — la más poblada de la UE y la 18ª del mundo, con 15 millones de habitantes en al área metropolitana y 11 en la zona considerada urbana— y la política de la administración local del todo vale para convertir el distrito de Tower Hamlets, en especial la zona de Canary Wharf, en una especie de Wall Street a la inglesa, son las condiciones perfectas para que el virus del rascacielos se extienda.

Una década de alto nivel para los rascacielos

La próxima década será de altísimo nivel para la tendencia del crecimiento hacia arriba, según acaba de informar un estudio del del colectivo New London Architecture (NLA), un think tank independiente dedicado a analizar los cambios topográficos de la ciudad, los planes de desarrollo y los efectos de estos sobre la forma de vida de los londinenses. De aquí a diez años se construirán en la capital 236 torres de más de veinte pisos cada una, lo que "alterará dramáticamente" el skyline urbano, dicen.

La organización ha preparado una exposición para intentar mostrar los efectos de este ascenso —las previsiones de los analistas eran de 200 torres para la próxima década, un 15% menos de los proyectos que están en marcha—. London's Growing Up! (¡Londres crece!), cuyo título, gracias al tono admirativo, tiene una clara intención crítica, mostrará gratuitamente a todos los interesados los proyectos, sus consecuencias sobre las dinámicas urbanas y los no menos dramáticos efectos sobre el perfil londinense, una ciudad que siempre hizo gala de su dimensión humana, al menos en el plano vertical, y que hasta hace treinta años era un páramo para las grandes edificaciones.

El 48% de los proyectos, aprobados

La muestra, que se celebrará del 3 de abril al 12 de junio en la zona de galería de la sede de la NLA y contendrá en la programación debates abiertos de arquitectos y urbanistas con el público, parte del resultado del análisis que el colectivo acaba de poner sobre la mesa: los proyectos que manejan los promotores inmobiliarios incluyen 33 edificios de entre 40 y 49 alturas y nada menos que 22 de 50 o más plantas, es decir rascacielos. De las 236 torres, el 48% han sido aprobadas por las autoridades municipales y el 19% ya están en proceso de construcción.

El 80% de la superficie horizontal que crearán los edificios será destinado a viviendas —189 de las torres están pensadas como exclusivamente residenciales—, según los datos difundidos por la NLA. No resulta extraño el elevadísimo porcentaje: las viviendas de lujo se han incrementado un 60% en el mercado inmobiliario del Reino Unido desde 2009 y cuatro de cada cinco compradores de pisos de alto nivel en Londres son extranjeros.

El área de moda entre la clase alta

En el resto de las torres hay 18 proyectos para oficinas, ocho para nuevos hoteles y 13 serán de uso mixto. La mayor parte de las promociones, el 77%, es decir, 140, se levantarán en las zonas central y oriental de la ciudad, sobre todo en Tower Hamlets, el área financiera y de moda entre la clase alta de la ciudad.

London's Growing Up! mostrará fotos, imágenes generadas por ordenador de los nuevos proyectos, vídeos y una versión comparativa de los diferentes skylines londinenses de los últimos años. Los organizadores desean que los datos y la "interacción de los visitantes" con sus opiniones y propuestas permitan que surjan respuestas a la pregunta del millón: "¿por qué los promotores se concentran en construir hacia arriba y no hacia afuera?", es decir, qué hay tras la opción de la verticalidad y el rechazo de la horizontalidad.

Advertencia de la Unesco

La fiebre de los rascacielos está en el centro de la polémica desde hace unos años por la profusión de los proyectos y los problemas que han causado durante su construcción o debido a un mal planteamiento del diseño —como los coches derretidos por el reflejo de la masa de cristal del rascacielos conocido como Walkie Talkie—. En 2013 la Unesco emitió una advertencia [PDF] a las autoridades del Reino Unido por el "impacto negativo" de tres de los nuevos rascacielos sobre dos de los monumentos más queridos por la ciudad, el Big Ben y la Abadía de Westminster.

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