La embajadora de EE UU ante la OEA, Carmen Lomellín, dijo este jueves que sería inaceptable que esa organización se quede callada ante la situación en Venezuela, por lo que pidió una respuesta "firme" y respaldó la propuesta de Panamá de convocar a los cancilleres del continente para debatir el asunto.

"Lo que no es aceptable es que este continente se quede callado, que no hable por medio de su institución multilateral más importante", afirmó Lomellín en la sesión a puerta cerrada del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), según una copia de su declaración difundida por la misión estadounidense.

Sin embargo, esta propuesta ha quedado descartada, al menos por ahora. Tras casi cinco horas de reunión, los embajadores de los Estados miembros descartaron por falta de consenso la propuesta planteada por Panamá, que solicitó convocar el encuentro hace más de una semana, precisamente para debatir sobre la posibilidad de llamar a un debate entre los ministros de Relaciones Exteriores.

La idea que parece más probable es la de emitir una declaración conjunta que llame al diálogo en Venezuela; y los embajadores están debatiendo sobre la base de un proyecto de declaración presentado por Bolivia, al que pueden añadirse enmiendas.

Un grupo de unos ocho países, entre ellos Colombia, Perú, Chile y México, está promoviendo una serie de enmiendas para instar a un diálogo con garantías para todas las partes, y al que la OEA pueda dar "seguimiento" a través de informes periódicos, según fuentes cercanas a las conversaciones.

Ese mecanismo de seguimiento incluiría la posibilidad de que, en caso de que esos informes revelen una especial "gravedad" de la situación, vuelva a abrirse la opción de convocar una reunión de consulta de los cancilleres, de acuerdo con las mismas fuentes.

Otra opción que no parece reunir demasiado consenso es la de enviar una misión observadora al país, algo que según el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, ningún país miembro ha propuesto formalmente.

Insulza indicó a los periodistas que, en su opinión, los embajadores no emitirán "condenas absolutamente a nadie", y que las "mayores diferencias" giran en torno "a la importancia que se da al diálogo que está ocurriendo ahora" en Venezuela, cuyo Gobierno ha llamado ya a un diálogo nacional para solucionar la crisis que comenzó hace tres semanas con protestas antigubernamentales.