La mitad de las embarazadas españolas que no fuman son sin embargo fumadoras pasivas

  • El 24% están expuestas al humo de su familia, en especial de su pareja.
  • Los niveles de cotinina muestran que la casa es la principal fuente de exposición.
  • El nivel de cotinina en las embarazadas descendió un 16% tras la Ley antitabaco.
Imagen de una embarazada en avanzado estado de gestación.
Imagen de una embarazada en avanzado estado de gestación.
GTRES
Imagen de una embarazada en avanzado estado de gestación.

El tabaco es un riesgo para la salud y lo es “doblemente” si se trata de una mujer embarazada. Ocurre sin embargo que no todo depende de la propia madre,  como acaba de señalar una investigación española. Hasta el 55% de las mujeres embarazadas que no fuman son en realidad fumadoras pasivas al estar expuestas al humo del tabaco de otras personas, y en el 24% de los casos suele ser por miembros de su propia familia, en especial su pareja.

Son los resultados de un estudio –parte del Proyecto Infancia y Medio Ambiente (Inma)– en el que han participado 13 centros de investigación de Asturias, Guipúzcoa, Sabadell y Valencia. Entre 2004 y 2008 analizaron a un total de 1.783 embarazadas no fumadoras, de las que se tomaron muestras de orina durante la revisión médica del tercer trimestre del embarazo y a las que se realizaron también una serie de cuestionarios.

En el cuestionario que tuvieron que responder se les preguntó sobre los hábitos de vida que podrían estar relacionados con el tabaco, como en qué situaciones estaban expuestas al humo del tabaco. En los análisis de orina se midió el nivel de cotinina, ya que uno de los componentes químicos principales del humo del tabaco, la nicotina, se metaboliza en el hígado nada más introducirse en el cuerpo pero el compuesto que se origina en ese proceso permanece en el mismo de 15 a 20 horas.

"La nicotina no es tóxica para el organismo; crea dependencia, pero no es especialmente perjudicial. Sin embargo, como se encuentra a grandes dosis en el tabaco, se utiliza a modo de indicador para controlar el consumo del tabaco. Precisamente, cuando hay cotinina en la sangre o en la orina, se puede hablar de gran consumo de tabaco o exposición pasiva importante", según ha reconocido Juanjo Aurrekoetxea, investigador del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

De este modo, al comparar los resultados de los análisis y los cuestionarios vieron como el 55% de las mujeres confesaron haber estado expuestas al humo del tabaco durante su embarazo. De éstas, el 38,5% lo estuvo en actividades asociadas al ocio, especialmente, y el 24,7% afirmó que alguno de los miembros de la familia era fumador.

A pesar de que la exposición causada por miembros de la familia no es la más habitual, el nivel de cotinina analizado en la orina demuestra que la casa es la principal fuente de exposición, ya que en las mujeres expuestas al humo en ese medio es mayor la concentración de cotinina.

"Cuando la pareja de la mujer fuma en casa es cuando mayor es la exposición", asegura Aurrekoetxe, mientras que cuando la fumadora es otra persona distinta a la pareja se observa en esas mujeres el segundo mayor nivel de cotinina.

Por ello, el investigador de la UPV/EHU avisa de que la mayor fuente de exposición al humo del tabaco es la casa y lamenta que aunque en todos los lugares se afirma que el tabaco es malo y que la exposición pasiva es también mala, parece que "la gente no toma las medidas necesarias para no fumar, ni para no obligar a aspirar el humo del tabaco a mujeres embarazadas".

Dado el periodo de análisis del estudio –publicado en Science of the Total Environment–, los autores pudieron medir en qué medida afectó la Ley antitabaco del 2006 y vieron como el nivel de cotinina en las mujeres embarazadas descendió un 16%. "Eso evidencia que ese tipo de medidas afectan", afirma Aurrekoetxea.

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