Ha tenido que ser un juez quien permita el cambio en el Registro Civil. La sentencia fue dictada en febrero y es firme, aunque pronto este proceso será un mero trámite.

Hoy mismo se espera que el Congreso español apruebe la Ley Reguladora de la Rectificación Registral. Esta nueva ley permitirá a los transexuales cambiar su sexo en el Registro Civil, aunque no se hayan operado los genitales.

Pero el juez se ha adelantado a la nueva ley. «La ausencia de pene no debe privar a la actora de ser un hombre cuando su actitud y signos externos e internos demuestran lo contrario», se asegura en la sentencia.

La faloplastia, la operación para ponerse pene, cuesta 30.000 euros y es muy agresiva. Él no ha podido hacérsela por motivos de salud.

Aún así, no se ha librado del bisturí. Se ha quitado los pechos y extirpado útero y ovarios. También lleva consumiendo hormonas masculinas durante dos años.

Además, el juez de Barakaldo aprecia dos hechos más: que el proceso en el que se ha sumergido el transexual es «irreversible» y que ha mostrado «seriedad» en los pasos que ha dado.

El secreto de la peluquera

«Es increíble los problemas que da estar en el Registro Civil con un sexo que no sientes», explica Víctor Santamaría, responsable de Berdindu, el Servicio Vasco de Atención a Homosexuales y Transexuales. Cuenta cómo una transexual fue echada de la peluquería donde trabajaba cuando descubrieron en su DNI que nació hombre. Gracias a la nueva ley,  sólo harán falta dos requisitos para que un transexual cambie el sexo que figura en el Registro Civil: que un psiquiatra le dé el certificado de disforia de género (documento que constata que siente un sexo distinto al que marcan sus genitales) y que tome hormonas durante dos años.