'12 años de esclavitud' se cuela a última hora de los Oscar 2014 en la fiesta de Alfonso Cuarón

  • '12 años de esclavitud' se corona en los Oscar como mejor película.
  • Alfonso Cuarón, mejor director, lleva a la cima a 'Gravity' con 7 Oscar.
  • Cate Blanchett, mejor actriz por 'Blue Jasmine'. Matthew McConaughey se lleva el Oscar al mejor actor por 'Dallas buyers club'.
  • Jared Leto, Oscar al mejor actor secundario por 'Dallas buyers club'. Lupita Nyong'o, Oscar a la mejor actriz secundaria por '12 años de esclavitud'.
  • El español Esteban Crespo se queda sin el Oscar al mejor cortometraje. Ellen DeGeneres, genial en la presentación de la ceremonia.
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El director mexicano Alfonso Cuarón posa con los dos Oscar que ha ganado por 'Gravity' (mejor dirección y mejor montaje).
El director mexicano Alfonso Cuarón posa con los dos Oscar que ha ganado por 'Gravity' (mejor dirección y mejor montaje).
GTRES
El director mexicano Alfonso Cuarón posa con los dos Oscar que ha ganado por 'Gravity' (mejor dirección y mejor montaje).

Estábamos ante una noche impredecible, con las quinielas listas para ser rotas. Y hasta el final nada estaba claro. Sin una clara favorita, Hollywood apostó por la historia humana, por el drama, por recordar la vergüenza del llamado 'genocidio americano'. Y lo hizo dando todos los honores a la desgarradora 12 años de esclavitud. Pocos Oscar, solo tres, pero entre ellos el premio final, el que se lleva los titulares. Sin embargo, se puede decir que de la gala salió un gran triunfador, Alfonso Cuarón, que dejó en los Oscar un toque mexicano y de ciencia ficción para la historia. Hasta siete galardones metió en su saco con Gravity. Muchas cintas se fueron de vacío, normal cuando hay tantas que optan a ser el mejor filme del año, pero el fracaso de La gran estafa americana fue estrepitoso. El español Esteban Crespo también se quedó sin el Oscar al mejor cortometraje.

El realizador Steve McQueen no se ha llevado el Oscar a la mejor dirección, pero ha logrado algo más importante: remover conciencias. La historia del esclavo Solomon Northup ha hecho que más de uno aparte la mirada de la pantalla ante la crudeza de las imágenes —inolvidable, por ejemplo, el plano secuencia que narra el castigo a latigazos de uno de los personajes—, recordando uno de los capítulos más oscuros de la historia americana. Implacable en el reparto de culpas, nadie se libra, ni los propios esclavos negros que sufrieron tan duro martirio.

Quizá por eso la Academia de Hollywood ha querido encumbrarla, aunque sea solo con apenas tres Oscar. Si no se ha llevado más, puede que sea por aquello que sus críticos achacan a la cinta: le falta algo de alma, que hace que no sea cien por cien perfecta. Si las lágrimas y la intensidad en la mirada de la revelación Lupita Nyong'o, Oscar a la mejor actriz secundaria, hubieran calado más en el protagonista interpretado por Chiwetel Ejiofor, podríamos hablar de una mejor cosecha para la película que, aun así, es imprescindible.

Queda la sensación de que otra cinta, pese a no llevarse el premio gordo, ha quedado como la gran triunfadora de los Oscar 2014. Gravity ha llegado a la cima con 7 premios, gran mérito cuando hablamos de una película de ciencia ficción, género que, por historia, ha pasado muy desapercibido a la hora de recibir galardones. Era claro en los pronósticos que la película se llevaría buen botín de los apartados técnicos y así ha sido, pero el espaldarazo definitivo llegó cuando Alfonso Cuarón se alzó con el Oscar al mejor director (antes ya había subido al escenario tras ganar el de mejor montaje). Primera vez que un mexicano logra tal distinción en Hollywood. Su pesadilla espacial, ya refrendada con los premios, queda, sin duda, como la gran sensación de 2013.

La otra película que sale con la cabeza alta es Dallas buyers club, con tres Oscar: mejor actor, mejor actor secundario y mejor maquillaje. Sus dos protagonistas han arrasado en cada gala de premios a la que han asistido. Mención especial para un Matthew McConaughey estelar, en un momento interpretativo para elevar a los altares. Uno de los chicos guapos del cine ha demostrado que tiene más talento de lo que se le presumía en un principio metiéndose, con una sorprendente transformación física incluida, en el alma de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo, drogadicto y mujeriego, que tras ser diagnosticado de sida, lucha hasta sus últimos días para ayudar a gente que sufre la misma enfermedad. Jared Leto, mejor intérprete de reparto, le da réplica dando vida a un entrañable transexual. Ambos eran favoritos y ambos cumplieron, muy a pesar de Leonardo DiCaprio (El lobo de Wall Street) que, de nuevo, se quedó a las puertas de la gloria. Otra vez será.

Cate Blanchett está más enamorada de los Oscar. El regalo de papel que le ofreció Woody Allen en Blue Jasmine ha significado la segunda estatuilla para la actriz australiana. Era el premio importante más claro de la noche. Hasta su tranquilidad antes, durante y después de la gala era apabullante. Blanchett lo tenía claro, tanto como sus rivales. "Gracias a Woody Allen por elegirme", comentó en los agradecimientos. No es de extrañar, ya se pierde la cuenta de intérpretes que han ganado el Oscar en películas del director neoyorquino.

Por lo demás, la entrega de premios dejó la 'vuelta' de Italia en los Oscar, con el premio a la mejor película de habla no inglesa de La gran belleza. Mucho tiempo hacía, desde 1997 (La vida es bella), que el país transalpino no se llevaba el galardón. En el palmarés de la noche se colaron Spike Jonze, mejor guion original por la atípica y atrevida Her; Frozen: el reino de hielo (mejor película de animación y mejor canción) y El gran Gastby (mejor dirección artística y mejor vestuario). La lista de fracasos es grande, pero aquí la palma se la lleva La gran estafa americana. Diez nominaciones, cero premios. Nuevo batacazo de David O. Russell. Ningún de sus actores pudo, esta vez, salvar la honra.

Ellen DeGeneres

No se llevó el Oscar, pero sí el orgullo de llevarse pocas críticas en el 'día después'. Después de su experiencia en 2007, Ellen DeGeneres volvió a presentar la gala de los Oscar con la lección bien aprendida. No se complicó la vida y simplemente con sencillas bromas llenas de acidez se llevó una buena cosecha de risas y aplausos. Solo 'patinó' con una broma sobre el aspecto físico de Liza Minelli que no sentó muy bien a la mítica actriz ("creo que es uno de los mejores imitadores de Liza Minelli que he visto nunca. Buen trabajo, señor", dijo DeGeneres). Y dejó dos momentazos para el recuerdo: el reparto de pizzas (comió bien Brad Pitt) y la foto 'selfie' con varias estrellas presentes en el patio de butacas, imagen que ya es la más tuiteada de siempre.

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