Un anuncio de televisión encargado por Kotipizza, la mayor cadena de pizzerías de Finlandia, ha despertado un gran revuelo entre los usuarios italianos de las redes sociales y servido de "ajuste de cuentas" del país nórdico con el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi.

El ingenioso anuncio, que puede verse en YouTube, muestra en clave de humor la desolación de una familia italiana propietaria de una pizzería al enterarse de que el país vencedor del concurso de la mejor pizza del mundo no es Italia, sino Finlandia.

El hijo de los dueños, encarnado por el actor italiano Giacomo Carolei, decide entonces viajar a Finlandia para aprender los secretos de la pizza vencedora y recuperar de paso el honor -y la clientela- perdidos.

La campaña publicitaria está parcialmente basada en hechos reales, ya que la citada cadena finlandesa de pizzerías ganó el premio a la mejor pizza del mundo en Nueva York en 2008 con una original combinación de ingredientes locales: carne ahumada de reno, setas y cebolla roja.

Esta singular creación fue bautizada como "pizza Berlusconi", en venganza por los reiterados comentarios despectivos sobre la gastronomía finlandesa que profirió años antes el político italiano.

La polémica se remonta a 2001, cuando los mandatarios europeos debían debatir en la cumbre de Laeken (Bélgica) la ubicación de varias agencias comunitarias, entre ellas la de Seguridad Alimentaria, a la que aspiraban tanto Helsinki como la ciudad italiana de Parma.

Entonces, Berlusconi afirmó que esta agencia no podía tener su sede en Finlandia, un país sin apenas tradición gastronómica que ni siquiera conocía el "prosciutto" (jamón curado originario de Parma).

En un encuentro con la prensa llegó incluso a quejarse de tener que "soportar la dieta finlandesa" cada vez que viajaba al país nórdico.

El entonces presidente francés, Jacques Chirac, se sumó a las críticas jocosas de su amigo Berlusconi y comentó en una ocasión que la comida finlandesa era la segunda peor de Europa, después de la británica.

No obstante, lo que más irritó a los finlandeses no fue ser ignorados por sus socios europeos, sino el desprecio y la falta de diplomacia del líder italiano.

Por ello, el anuncio de la "pizza Berlusconi" ha sido considerado en algunos medios italianos y foros de Internet como una "vendetta" de Finlandia contra su exprimer ministro.