La crisis está poniendo en serias dificultades el funcionamiento de las comunidades de vecinos de la provincia de Valencia.

Un informe elaborado por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas indica que la morosidad en el pago de los gastos comunes creció durante el año pasado un 14,6%, tres puntos por encima del incremento medio en España. De este modo, la deuda con las comunidades asciende ya a 94 millones de euros.

De ella, un 19% (18 millones de euros) pertenece a entidades bancarias que se han quedado con centenares de pisos en propiedad tras quebrar las promotoras o tras desahucios, y que no abonan los gastos de escalera de esas viviendas.

Además, el peso de la deuda bancaria ha crecido tres puntos en el último año, ya que en 2012 representaba el 16% de todo lo que se debía. Por otra parte, según el estudio, el 41,5% de los valencianos no pueda asumir actualmente derramas extras.

A nivel nacional, los distintos propietarios de pisos deben en total 1.798 millones de euros a las comunidades de vecinos, lo que supone un aumento de la deuda del 11,9%. De ella, al igual que en la provincia de Valencia, un 19% (342 millones) pertenece a los bancos.

Desde el Colegio de Administradores alertaron ayer que desde 2013 es obligatorio por ley rehabilitar los edificios de más de 50 años. En el caso de la provincia de Valencia, son el 17,6% de los 1,2 millones de pisos existentes. Sin embargo, la precaria situación económica de las comunidades les está impidiendo ejecutar estas obras, por lo que piden ayudas públicas.