Muere la actriz Virginia Mayo, "la prueba de que Dios existe"

La actriz Virginia Mayo, leyenda de la pantalla que fue descrita por su belleza como "prueba de que Dios existe", ha muerto la pasada madrugada en Los Angeles.
Virginia Mayo, con Ronald Reagan.
Virginia Mayo, con Ronald Reagan.
AP Photo/Warner
Virginia Mayo, con Ronald Reagan.

Su muerte, a los 84 años, ha tenido lugar tras una larga neumonía que acabó en un paro cardiaco, en una residencia de Los Angeles, informó Alex Ben Block, amigo de la familia.

Diva de la pantalla en los años 40, su carrera brilló junto a actores tan diversos como Danny Kaye, James Cagney y Bob Hope.

Si bien gran parte de su filmografía estuvo dedicada a la comedia, Virginia Mayo

triunfó también en papeles dramáticos como Los mejores años de nuestra vida o Al rojo vivo.

Nacida en San Luis con el nombre de Virginia

Clara Jones, hija de un periodista y su esposa, su interés por el mundo del espectáculo fue precoz, acudiendo a la academia de arte dramático de una tía.

Su nombre artístico, Virginia Mayo

, nació de una de sus primeras giras por Estados Unidos con un espectáculo de variedades.

Allí adoptó el nombre de uno de los dos humoristas que trabajaban con ella disfrazados de caballo.

Su carrera en el cine comenzó con un pequeño papel en la película Jack London (1943) que irónicamente protagonizaba el que acabaría siendo su marido, el actor Michael O'Shea.

Su belleza y su sentido del humor le granjeó una carrera rápida en el campo de la comedia, donde trabajó con Hope en The Princess and the Pirate y con Kaye en numerosas películas como Nace una canción y La vida secreta de Walter Mitty.

También trabajó con Burt Lancaster en el filme burlesco de aventuras El halcón y la flecha.

Aunque su carrera será recordada como la de una comediante, Mayo

descubrió al público su faceta dramática en cintas como Los mejores años de nuestra vida, junto a Dana Andrews, o el melodrama de Raoul Walsh Al rojo vivo, junto a James Cagney.

Dentro de toda esta carrera, el rubio ceniza del cabello de Mayo

, sus ojos verdes y su figura sensual siempre se impusieron sobre su labor profesional.

Una belleza que cautivó a un sultán de Marruecos, quien le escribió una popular carta en la que subrayaba que Mayo

era "la prueba de la existencia de Dios".

Pese a su larga carrera artística y a una belleza que perduró incluso en su madurez, Mayo

apenas trabajó una vez desaparecido el sistema de estudio en Hollywood que protegía a su cantera de estrellas.
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