La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'Menduiñas', ha localizado en un paraje de Lorca 42 cadáveres de animales ovinos y caprinos, así como gran cantidad de restos óseos, y ha procedido a denunciar por tales hechos a un transportista de este tipo de animales, como presunto autor de infracciones a la Ley de Sanidad Animal y a la Ley de Aguas.

Las actuaciones tuvieron lugar después de que guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), que prestaban servicio de vigilancia en zonas rurales donde se encuentran diferentes explotaciones ganaderas, detectaran la existencia de gran cantidad de restos óseos y cadáveres de ganado ovino y caprino que habían sido arrojados a un barranco del paraje conocido como Los Menduiñas de la diputación lorquina de Los Jarales, iniciando entonces la investigación para determinar el origen de los restos.

Gracias a la colaboración de la Dirección General de Ganadería y Pesca de la Comunidad Autónoma, el SEPRONA comprobó que los restos hallados procedían de una explotación ganadera de Almería y que debían haberse trasladado hasta un matadero de Sevilla, según la documentación investigada, según informaron fuentes de la Benemérita en un comunicado.

Los indicios obtenidos durante la investigación llevaron a los guardias civiles hasta un vecino de Puerto Lumbreras que se dedicada al transporte de ganado y que, presuntamente, era el responsable del abandono de las cabezas de ganado, animales que nunca llegaron al destino que figuraba en la documentación.

Por todo ello, la Benemérita ha denunciado al transportista por supuestas infracciones recogidas en la Ley 8/2003, de Sanidad Animal, por el abandono y eliminación de cadáveres de forma ilegal, y al Real Decreto Ley 1/2001, de Aguas, por el abandono de los mismos en una zona de dominio publico hidráulico.

De la investigación se desprende que el ahora denunciado, que se dedica a la adquisición de ganado en granjas y su posterior venta y entrega a mataderos, había escogido ese lugar para el abandono de los animales que fallecían durante el transporte.

La operación se ha llevado a cabo por guardias civiles de la Patrulla de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Lorca.