Un testigo afirma que los mossos del 'caso Raval' golpearon a Benítez en la cabeza con porras

  • El vecino que se peleó con él dice que sólo le causó un pequeño rasguño.
  • Afirma que los agentes le golpearon con dureza, incluso con porras extensibles.
  • Los médicos que certificaron su defunción aseguran que llegó en estado crítico al hospital y tenía la mandíbula y la nariz rotas.
  • Hay diez mossos imputados por un delito contra la vida y obstrucción a la justicia.
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).
ACN
Diversos mossos en dependencias judiciales acompañando a los agentes imputados por el caso Raval (con capuchas, gorras y gafas de sol).

El vecino que se peleó con el empresario Juan Andrés Benítez antes de que fuera reducido por los Mossos d'Esquadra ha ratificado este jueves que él sólo le causó un pequeño rasguño y que fueron los policías imputados por el 'caso Raval', los que le lesionaron mortalmente, incluso dándole golpes con las porras extensibles en la cabeza.

Según han informado fuentes judiciales, este vecino, que inicialmente fue imputado por homicidio por la muerte de Benítez —aunque la juez acabó archivando la acusación en su contra antes de imputar a diez mossos—, ha comparecido este jueves como testigo durante más de una hora para ratificar lo que ya sostuvo en su declaración como acusado, en el sentido de que discutió con el empresario pero no le lesionó.

En declaraciones a los periodistas, el abogado de los familiares de Benítez, David Aineto, ha asegurado que el testigo ha sostenido ante la juez que el día de los hechos, el 5 de octubre pasado, vio cómo los mossos golpearon con sus porras la cabeza del empresario, que falleció horas después en el Hospital Clínico.

Algunas contradicciones

Sin embargo, el abogado de tres de los mossos imputados, José María Fuster-Fabra, ha precisado ante los periodistas que este testigo no ha especificado en qué parte del cuerpo golpearon los agentes con sus porras a Benítez, extremo que también corroboran otros abogados presentes en la sala.

Según fuentes judiciales, este testigo ha ratificado este jueves, como ya apuntó en su declaración como imputado, que la tarde del 5 de octubre del pasado año discutió con Benítez en la calle Aurora del Raval, pero no le golpeó ni le provocó lesiones de importancia, ya que sólo le dio un empujón y le arañó junto a la nariz, por lo que le provocó un pequeño rasguño del que sangró levemente.

La versión en sede judicial de este vecino, primero como imputado y ahora como testigo, contrasta con la que ofreció como testigo ante los Mossos d'Esquadra, cuando sostuvo que el empresario estaba muy agresivo, que él temió por su vida y que le respondió con varios golpes que hirieron a Benítez.

En su declaración judicial, el testigo también ha dicho que Benítez en ningún momento se autolesionó golpeándose la cabeza contra el suelo. Además, según fuentes judiciales, el testigo ha asegurado que los gritos de la víctima al ser reducido eran de dolor y de auxilio, y no de rabia.

En estado crítico

Según su versión, tras el rifirrafe que mantuvieron, llegaron los Mossos, momento en el que Benítez se intentó zafar de la presencia policial tratando de apartar con su brazo a una agente de la policía catalana que quería identificarle, que cayó al suelo. Cuando la mosso se levantó, Benítez hizo ademán de morder a la policía, momento en el que, según el testigo, los demás mossos se abalanzaron encima suyo y empezaron a golpearle.

Este viernes, la jueza también ha tomado declaración como testigo a los dos médicos que certificaron la muerte de Benítez en el Hospital Clínico, que han asegurado que el empresario llegó en estado crítico y con golpes en la cabeza, ya que tenía la nariz y la mandíbula rotas.

El abogado de los familiares de Benítez ha anunciado, además, que piensa pedir un informe para acreditar que el empresario no sufría una dolencia cardíaca denominada Wolf-Parkinson-White, como se recoge en la autopsia, ya que, según su versión, no se le había diagnosticado y sólo figuraba en su historial médico porque alguien lo había referido.

La titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona, que está pendiente de citar en los próximos días a otro testigo presencial de los hechos, mantiene a diez agentes de los Mossos d'Esquadra imputados por el caso Benítez: a nueve de ellos por un delito contra la vida, a dos también por un delito de obstrucción a la justicia —por lavar el charco de sangre que quedó en el lugar donde el empresario agonizó— y a una por un delito de coacciones y/o obstrucción a la justicia.

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