El biatleta noruego Ole Einar Bjoerndalen se convirtió este miércoles en el deportista más laureado de los Juegos Olímpicos de Invierno después de colgarse la medalla de oro en el relevo mixto de Sochi, una presea que supone su decimotercer metal olímpico.

A sus 40 años, Bjoerndalen acudía a Sochi con las metas de alcanzar y superar a su compatriota Bjorn Daehlie. Inscrito en seis pruebas, igualó a Daehlie once días atrás con su victoria en la prueba sprint de 10 kilómetros, pero tuvo que esperar hasta este miércoles para concretar un gesta que aún puede refozar con otra medalla en el relevo masculino. Lo rozó en los 12,5 km persecución, donde acabó cuarto.

El biatleta de Drammen ganó su primera presea hace 16 años, en la japonesa Nagano, un oro en los 10 kilómetros sprint, el primero de los ocho que adornan un palmarés en el que también figuran cuatro platas y un bronce, además de 29 preseas mundialistas, 18 doradas.

La prueba del relevo mixto se presentaba como una buena oportunidad por el potente equipo que presentaron los nórdicos que ya tras las postas de sus dos componentes femeninas, Tora Berger y Tiril Eckhoff, marchaban en una óptima segunda posición.

A partir de ahí fue el turno de Bjoerndalen, quien estuvo impecable en el tiro y que acabó su relevo en la primera plaza y ya con más de 40 segundos de ventaja sobre sus perseguidores. El trabajo lo culminó Emil Hegle Svendsen, que no tuvo problemas para mantener la renta.

Noruega se impuso con un tiempo total de 1:09:17, aventajando en más de medio minuto al equipo de la República Checa, mientras que la medalla de bronce fue el relevo de Italia, que concluyó a casi un minuto de los ganadores.