Ir de tapas está de moda. Cualquier turista extranjero que se precie quiere comer de tapas en cuanto pisa nuestro país. Es lo que toca. Pero en muchos rincones de España, las tapas no son moda ni capricho pasajero, son tradición. Es el caso de Granada.
No hay nada que mejor defina a los bares de Granada que las tapas. En la variedad está el gusto: serranitos, salaíllas con jamón y tomate, calamares, carne en salsa, boquerones en vinagre, patatas fritas o asadas, ensaladilla rusa, pinchitos morunos, frutos secos, pizza, hamburguesa, embutidos ibéricos...
Hay muchos locales en los que perderse y disfrutar. Estas son algunas zonas de tapeo ya clásicas:
La Chana
En sus terrazas es imposible sentarse de lo solicitadas que están. Hay unos diez bares, entre los que destacan las abundantes raciones de El Arenal. También hay parte del Camino de Ronda, por lo que atrae el interés de los universitarios.
Las Navas
En esta zona destacan Las Copas –con el bacalao, las migas, las patatas a lo pobre o las habas con jamón como tesoros– y Los Diamantes –tortilla del Sacromonte, revuelto de berenjenas o pescaíto frito–. Otros de fiar son La Abadía, La Sacristía, Río, el Café del Gato o El Fogón.
Plaza de Toros
Cabe mencionar Los Pescadores –conocidas sus patatas con alioli–, Las Palmeras –jamón ibérico con pan tostado–, Ca Miguel –y sus hamburguesas– o El Nido del Búho –que siempre acompaña con aceitunas–.
Otras zonas de gran concentración de lugares de tapeo son los barrios de Albaicín, Alhamar, Campillo o Sacromonte y plazas como las del Campo del Príncipe o de la Glorieta.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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