Un hombre acepta cinco años de cárcel por apuñalar a su vecino cuando le recriminó por el volumen de la música

Un hombre ha aceptado la pena de cinco años de cárcel por apuñalar en diciembre de 2012 a su vecino, de la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna, cuando le recriminó por el volumen de la música. El vecino, quien también le golpeó con una maza de goma y una llave de tubo, pagará una multa de 120 euros.

Un hombre ha aceptado la pena de cinco años de cárcel por apuñalar en diciembre de 2012 a su vecino, de la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna, cuando le recriminó por el volumen de la música. El vecino, quien también le golpeó con una maza de goma y una llave de tubo, pagará una multa de 120 euros.

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el principal acusado ocho años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, y para la víctima el pago de una multa de 240 euros por una falta de lesiones. Sin embargo, se ha llegado a un acuerdo en la vista prevista para este jueves en la Audiencia de Valencia por el que se ha rebajado la pena de cárcel hasta los cinco años, y la de multa hasta los 120 euros.

Los hechos tuvieron lugar el 21 de diciembre de 2012, sobre las 22.30 horas, en un edificio de la Avenida Germanías de Tavernes de la Valldigna. En ese momento, Juan Andrés C. se acercó a la vivienda de su vecino, Eduardo M.S., para pedirle que bajara el volumen de la música.

Una vez allí, Juan Andrés golpeó en la puerta de su vecino con una maza de goma y una llave de tubo que portaba, y cuando éste le abrió, le golpeó en la cara con el tubo. Eduardo se dirigió al interior de la vivienda para coger un cuchillo, y le comenzó a perseguir a su vecino mientras le decía: "te voy a matar, soy el demonio".

Seguidamente, le asestó una puñalada en la zona izquierda de la cara, y se inició un forcejo entre ambos por el que cayeron por las escaleras. Una vez en el suelo, Eduardo, guiado de nuevo por el ánimo de acabar con su vida, asestó a Juan Andrés dos cuchilladas, una de ellas en la zona del costado y otra en el cuello, al tiempo que le repetía: "te voy a matar, soy el demonio".

Como consecuencia de estos hechos, Juan Andrés sufrió diferentes lesiones en la zona cervical y pectoral, y requerió de una traqueotomía percutánea. Como secuelas sufre trastorno neurótico por estrés postraumático y conjunto cicatrizal en cuello, tórax y hombro izquierdo. Por estas lesiones y secuelas recibirá una indemnización de 11.589 euros.

Por su parte, Eduardo, quien está diagnosticado de un trastorno obsesivo compulsivo, fobia social y abuso de alcohol, sufrió lesiones menores como hematomas. Se encuentra en prisión provisional por esta causa.

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