Existen amores ingrávidos, gasiformes, llenos de entendimiento y elasticidad. Pero también hay amores apretados —de los que se aferran a uno y no dejan recovecos—. O tiernos y cárnicos. Y místicos y simétricos. Incluso, urgentes.  Quizá alguno esté atento a las convenciones, deseoso de entregar este viernes su regalo de San Valentín...

Las historias amorosas dibujan esquemas infinitos y en lo único en lo que todas coinciden es en el "compromiso de los sentimientos", explica Rosa Collado, psicóloga del centro Álava Reyes y experta en temas de pareja.

El porqué una relación puede funcionar es, por lo tanto, una combinación de valores y antivalores, expectativas, azar, avenencias, empeño, reciprocidad... y, según la ciencia, una pizca de oxitocina.

Pese a no contar con una fórmula en firme, para Collado existen ingredientes que favorecen que el desenlace sea óptimo. Por ejemplo, el hecho de que los miembros de la pareja compartan "la misma filosofía y el mismo estilo de vida". En contra de lo que dicta la física, la atracción entre los polos opuestos no es tan poderosa ni, a la larga, demasiado efectiva.

El intercambio de conductas positivas y una buena comunicación son otros de los factores en los que tradicionalmente inciden las terapias de pareja. Estas, sin embargo, van añadiendo nuevos conceptos: los de la emoción y la intimidad.

Ajustar el amor a un esquema es aventurado. Las relaciones que citamos a continuación escribieron sus propias normas. Y protagonizaron y protagonizan algunos de los romances más populares e intensos de los últimos dos siglos. La psicóloga Rosa Collado explica las claves de su cohesión.

El respeto a la diferencia. (De 1928 a 1954). La relación entre los dos artistas sufrió numerosos altibajos y en algunos periodos, se estableció en términos 'platónicos'. Llegaron a separarse, aunque luego volverían a reencontrarse y contraer matrimonio por segunda vez. Según la experta: "Ambos coincidieron en conceder al arte un papel fundamental en sus vidas. El respeto a la diferencia, la admiración mutua y el no querer cambiar al otro fueron sus aciertos".

Una negociación racional. (De 1929 a 1980). Dicen que él era un ególatra; ella, una solitaria. Y que ambos encontraron en el otro a un semejante lleno de talento y rarezas.  Establecieron una relación sin obligaciones, en la que cabía la promiscuidad, y nunca convivieron ni tuvieron hijos. Según la experta: "Compartieron con pasión un mismo modelo de vida  y basaron su relación en una negociación de acuerdos muy razonada e intelectual. Pese a su independencia, hallaron en el otro un punto de apoyo y cuidado a nivel emocional".

El amor a la excentricidad (De 1934 a 1982). Se conocieron en 1929 y poco después se hicieron inseparables. El pintor catalán llegó a comprar a su cónyuge un castillo en Púbol (Girona), al que no puede entrar sin el permiso por escrito de su esposa. Según la experta: "Ambos se entregaron a un proyecto común y artístico que les hacía disfrutar y que les permitía expresarse y deslumbrarse mutuamente. Él la admiraba como musa y ella a él, como el gran pintor que era. Sus similitudes les unieron".

Una historia de película. (De 1958 a 2008). En el tentador mundo de Hollywood, su matrimonio fue uno de los más duraderos. "Newman es un caso raro dentro del negocio: está realmente enamorado de su mujer", dijo de él  el cineasta Otto Preminger. Según la experta:  "Newman y su esposa valoraron y fueron muy cuidadosos con su compromiso de fidelidad y, además, con la preservación de su intimidad. Esta jugó un papel muy importante en la pareja. Siempre fueron muy afectuosos entre sí, se intuía que mantenían mucho contacto, un interés por la sexualidad y por mantener vivo el placer. Eso provoca en el individuo la sensación de sentirse amado, punto crucial de las relaciones".   

Una densa simbiosis. (De 1969 a 1980). Su emparejamiento dejó una intensa impronta en muchos de los ámbitos de la vida de sus componentes. Algunos beatlemaniacos han llegado a acusarla de ser la razón de la separación del cuarteto de Liverpool. Según la experta: "La tolerancia y el respeto permitió que la de Lennon y Ono se conviertiera en una gran historia de amor. Cada uno permitía al otro ser lo que le gustaba, sin injerencias, e incluso le ayudaba en su camino. Existía un apoyo cómplice y una gran comprensión por los intereses de cada uno".

Bien avenidos... pese a todo. (De 1996 a la actualidad). Contra todo pronóstico y en un ambiente como el de Hollywood, han cumplido 18 años juntos. Por el camino, han tenido que salvar algunos sinsabores. Como por ejemplo la superación de Melanie de algunas de sus adicciones. Según la experta: "Su continuidad como pareja se fundamenta en la gran capacidad que poseen para superar conflictos y en el apoyo que se prodigan en los momentos de debilidad. Ante la lucha, se unen como si fueran uno".