El decreto del ruido exige una medición in situ que certifique que las viviendas están aisladas para poder ser ocupadas

La delimitación de áreas acústicas tendrá que revisarse como máximo en 10 años y las infraestructuras gallegas adaptarse en cinco
Habitación de hotel
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EUROPA PRESS
Habitación de hotel

El futuro decreto del ruido, que se encuentra en periodo de exposición pública y de alegaciones, exigirá un informe de medición 'in situ' que certifique que las viviendas están convenientemente aisladas acústicamente antes de la licencia de primera ocupación.

Así, el borrador de este decreto, al que ha tenido acceso Europa Press, señala que para la obtención de licencia de primera ocupación en los edificios será necesario presentar "un informe de ensayo que justifique que se cumple con los aislamientos acústicos exigidos y que las instalaciones comunes del edificio no producen en las viviendas niveles sonoros superiores a los valores límite establecidos".

No obstante, el borrador no especifica quién debe realizar esas mediciones y deja sin concretar, de esta manera, si estos informes deben ser presentados por las promotoras de los edificios.

Al margen de esa medida, que constituye una de las principales novedades de este decreto que la Consellería de Medio Ambiente acaba de activar en cuanto a su procedimiento de tramitación, también señala que, con posterioridad a esta norma, se aprobará mediante una "orden" una ordenanza municipal tipo de protección contra la contaminación acústica, que será de aplicación en todos los municipios que no dispongan de la suya propia adaptada a la normativa estatal.

La tramitación del decreto que desarrolla la ley estatal sobre el ruido, que tenía que estar listo desde 2012, se ha activado formalmente, y la estimación del departamento que dirige Agustín Hernández es que "pueda estar en condiciones de ser elevada", para su aprobación por el Consello de la Xunta, "este año", acumulando hasta dos de retraso si se agota 2014.

Con la aprobación de los presupuestos para el año 2012 y de la Ley de medidas fiscales y administrativas (conocida como ley de acompañamiento), la Xunta derogó la Ley gallega contra la contaminación acústica con el compromiso de promover una normativa alternativa en el plazo de un año. Al respecto, el Gobierno gallego ha optado por un decreto, con el fin de evitar superposiciones con la legislación estatal y toda vez que considera suficiente este marco básico.

Revisión de zonas y carreteras

Hace varios meses que comenzó a redactarse el borrador del decreto del ruido, en el que se prevén, siguiendo las instrucciones el real decreto ley de 2007, aspectos como los tipos de áreas acústicas en las que se dividirá el territorio y su cumplimiento; el mantenimiento o endurecimiento de los objetivos de calidad acústica —valores máximos en un plazo diario y anual permitidos por la legislación en determinadas zonas que clasifican los ayuntamientos y los valores límite —los máximos puntuales o diarios permitidos para un emisor acústico—.

En el borrador de decreto, al que ha tenido acceso Europa Press, también se contempla que la consellería será competente para la declaración de las reservas de sonido de origen natural y que la delimitación de las áreas acústicas queda sujeta a revisión periódica, como máximo, de diez años.

En cuanto a calidad acústica, la infraestructuras preexistentes (las que, con la entrada en vigor del decreto tengan aprobado el proyecto de ejecución) de competencia autonómica o local situadas en Galicia deberán alcanzar el correcto aislamiento de ruido en el plazo de cinco años como máximo desde la entrada en vigor del decreto, todavía en fase de borrador. Las nuevas infraestructuras y actividades deberán respetar de inicio los valores límite.

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