El grupo de manifestantes que se concentró desde primera hora de la mañana de este sábado frente a los Juzgados de Vía Alemania por la visita de la infanta Cristina para declarar como imputada en el marco del caso Nóos, cortó, debido a su número, la calle en dirección al centro de Palma.

Además, las aceras del otro sentido también estaban llenas de personas, que corearon todo tipo de lemas. Gran parte de ellos coreaba en contra de la monarquía y en favor de la república.

Aun así, otros grupos protestaron contra las prospecciones petrolíferas y el ERE de Coca-Cola, que prevé cerrar la planta de producción de Palma de Mallorca.

Muchos de los concentrados a las puertas del juzgado porta pancartas y también banderas republicanas o senyeras catalanas.

Los efectivos de las policías nacional y local se desplegaron esta madrugada en los alrededores de los juzgados de Palma.

Cerca de 200 agentes los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado fueron movilizados para mantener el orden y velar por la seguridad de la infanta.

A las 6.45 de la mañana y cuando aún no había amanecido, llegaron hasta los juzgados una decena de furgones de la Policía Nacional con efectivos, y poco antes abrieron la verja de la puerta trasera del edificio de los Tribunales.

Con la misión de ordenar el tráfico, al menos otros 30 agentes de la Policía Local se situaron en puntos de las proximidades del edificio de cuatro plantas que alberga los Tribunales, ubicado este en una de las principales arterias de Palma.

El dispositivo policial ha establecido un cordón de seguridad de unos 200 metros, también estrictos controles en toda la manzana de edificios y en las calles del perímetro, además de sellar cada una de las alcantarillas.

Los agentes de la Policía Local comenzaron anoche a retirar los vehículos de las calles Parellades, Jeroni Antich y Pere Dezcallar, por las que se accede a la puerta trasera del edificio.

Un enjambre de periodistas aguardaba la llegada de la hija del rey en el patio posterior del edificio y en el exterior, donde ya el viernes se registró durante gran parte del día un casi continuo trasiego de fotógrafos, camarógrafos y curiosos.