Los diez cortometrajes aspirantes al Óscar en las categorías de ficción y animación ya han sido presentados en la sede de la Academia de Hollywood. Las dos películas españolas que disputan la estatuilla superaron la prueba con nota.

Javier Fesser y Luis Manso, director y productor respectivamente de Binta y la gran idea, y Borja Cobeaga, realizador de Éramos pocos, confirmaron que figuran entre los favoritos de los académicos y el público que abarrotaron la sala de proyecciones de la Academia.

Por si acaso se ratifican las buenas perspectivas que les auguran los medios especializados, ya han empezado a pensar en qué hacer si el próximo domingo les toca subir al escenario del teatro Kodak para recibir el Óscar al mejor cortometraje de ficción.

Si llega la hora, "subiremos Javier y yo a recogerlo, porque tendríamos un Óscar cada uno, como productores", explicó Manso.

"Acudiré a la ceremonia llevando una camisa de mi padre", confesó el productor, que se suma así a la tradicional costumbre de portar fetiches y amuletos de buena suerte a la alfombra roja.

Pese a los buenos presagios que sitúan Binta y la gran idea como favorita, Manso reconoció que lo único cierto es que "tenemos un 20% de posibilidades y no más".

El porcentaje restante de opciones se reparte equitativamente entre Éramos pocos, el danés Helmer & Son, de Soren Pilmark; el australiano The Saviour, de Peter Templeman, y el estadounidense West Bank Story, de Ari Sandel.

"Lo mejor de todo esto es la ilusión que despierta en los amigos" la candidatura, agregó Manso, quien recién bajado del avión se mostraba encantado de la recepción y el trato recibido en Hollywood.

Entre esos amigos figura el propio Cobeaga, con quien quedó claro que no existe rivalidad por el triunfo, hasta el punto de que el cortometrajista donostiarra "cedió" a su novia Marta como intérprete de apoyo a Fesser.

Sobre los rumores que los sitúan como posibles vencedores, Fesser cree que son "especulaciones" que no sabe si sirven para algo.

"Dentro de un rato voy a ver todos los cortos, que es lo que más me apetece, y si de ellos me parece que hay uno mejor que el mío, será mi favorito", agregó este director, cuyo corto Binta y la gran idea se rodó en Senegal como parte del largo En el mundo a cada rato, patrocinado por (UNICEF).

Pasión por el formato corto

Fesser, quien ya sabe lo que es triunfar como largometrajista gracias a El milagro de P.Tinto (1998) y La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003), corrobora con esta candidatura su pasión por el formato corto, que nunca ha dejado en su carrera.

"Tenía tan abierto ya el apetito por hacer cortos que esta nominación no podía abrirlo más y, de hecho, hace una semana estrené mi último corto en internet", con motivo del festival Notodofilmfest.com, recalcó el cineasta, quien prepara ya su tercer largo.

También está preparando un largometraje Cobeaga (San Sebastián, 1977), en este caso el de debú, una historia de humor centrada en el País Vasco, un terreno en el que ya se ha desenvuelto por su labor como guionista en el programa de la televisión autonómica vasca, ETB, Vaya semanita.

El humor siempre acompaña a Cobeaga

Y es que el humor es hasta ahora la constante de la obra de Cobeaga, tanto en su anterior corto, La primera vez (2001), como en este Éramos pocos, historia de una peculiar familia que cosechó tantas carcajadas como aplausos en su pase en Hollywood.

Sobre las buenas perspectivas de triunfo que le auguran medios como Entertainment Weekly, Cobeaga explicó que cree que son "preferencias de un crítico, más que algo que tenga que ver con la realidad de aquí".

El director donostiarra ha viajado a Hollywood con veinticinco amigos entre los que cuenta a la actriz de su película, Mariví Bilbao, "que desfilará por la alfombra roja".

En cuanto a él, su paso por la famosa alfombra será "con un traje de Adolfo Domínguez con corbata estrechita que está muy bien" y, en caso de tener que recoger premio, sólo dirá "un gracias como una catedral".

Y hablando de catedrales, Cobeaga confirmó que para alzarse con el triunfo cuenta con el apoyo incluso de la Iglesia católica.

"El otro día, al final de la misa, el cura dijo: 'Compartamos la alegría de los padres del nominado al Óscar', y así cerró la misa", contó entre risas.