"Si no paro, voy a morir". Así de contundente se mostró el actor Philip Seymour Hoffman ante sus más íntimos en las últimas semanas, consciente de un problema que se ha puesto de manifiesto cuando la policía encontró en su casa de Nueva York cerca de 50 dosis de heroína junto a jeringuillas usadas, medicamentos y bolsas vacías que aparentemente contenían droga. A falta de la autopsia, todo apunta a que falleció por una sobredosis.
Según el portal 'Tmz.com', Seymour Hoffman era consciente de este problema, y seis semanas antes de morir hizo llegar este mensaje a sus amigos, quienes le habían visto descuidado y con mala apariencia.
El intérprete neoyorquino llevaba 23 años 'limpio', pero en 2013 reconoció que había hecho un tratamiento de rehabilitación para tratar sus adiciones porque estaba perdiendo el control.
Fue después, en mayo de 2013, cuando afirmó que solo utilizó la heroína durante una semana y se dio cuenta de que necesitaba ayuda, ingresando en un centro de desintoxicación en la costa este de Estados Unidos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios