Las certezas del caso Bárcenas: una caja B, apuntes acreditados, cobros del PP y apoyo de Rajoy

Luis Bárcenas, en una imagen de archivo.
Luis Bárcenas, en una imagen de archivo.
GTRES
Luis Bárcenas, en una imagen de archivo.

Luis Bárcenas Gutiérrez da mucho juego. Judicialmente hablando, claro. Nunca un tesorero de un partido ha generado una instrucción tan amplia en sede judicial. Primero, una grabación en la que se oía a un Francisco Correa muy distendido asegurando que él le había llevado 1.000 millones de pesetas al despacho del extesorero del PP. La trama 'Gürtel' le alcanzaba lleno. Presuntamente había recibido comisiones. Segundo, el hallazgo en Suiza de su inmensa fortuna, cercana a los 47 millones de euros, difícil de justificar. Y tercero, los famosos papeles. Al principio una simples fotocopias, luego 14 hojas originales de un cuaderno cuadriculado en el que Bárcenas registró durante 18 años (como gerente y tesorero) varios episodios contables del PP. Una contabilidad que da dañado los cimientos del partido del Gobierno y que ha erosionado la credibilidad de muchos de sus dirigentes.

Bárcenas se ha merecido que el juez Pablo Ruz haya abierto una pieza separada para investigarle, de momento con 15 tomos principales y 16 anexos. Cada tomo suele tener una media de 400 páginas, según fuentes de la Audiencia Nacional. Pero toda investigación tiene sus pros y sus contras, sus contrastes y sus luces, lo demostrado y lo incierto. Las pruebas ya han acreditado como veraces 53 de los apuntes que aparecían en los papeles, indicios sólidos de una contabilidad B en el Partido Popular "continua en el tiempo", que Bárcenas siguió cobrando del PP durante muchos meses aunque los populares habían asegurado que había dejado el partido, que el extesorero ocultó su fortuna en el extranjero y que Rajoy le siguió apoyando mientras siguió imputado.

Por probar aún quedan los sobresueldos a dirigentes del partido y las donaciones de los empresarios, ya que todos los que han declarado ante el juez han negado los pagos al PP. Hay indicios, pero no pruebas concluyentes, de una supuesta financiación ilegal del partido.. Los testimonios de muchos de los imputados y la destrucción de información relevante que habría ayudado al caso, obstaculizan las pesquisas de Ruz.

Las certezas del caso Bárcenas

1. 53 apuntes acreditados. Los investigadores están consiguiendo poco a poco acreditar algunos de los apuntes de Bárcenas. Si en octubre del año pasado eran 46, ahora ya son 53, que van desde diciembre de 1991 a mayo de 2008, según explican fuentes jurídicas. Las declaraciones de imputados y testigos en la Audiencia Nacional y los cruces de los papeles con la contabilidad oficial del PP que ha hecho la Unidad de Delitos Fiscales y Económicos (UDEF) de la Policía han permitido demostrar estos movimientos, con una suma total de 2,28 millones de euros.  "La gran totalidad de los apuntes que se han verificado son salidas de dinero del partido a otras personas", explican las mismas fuentes, como los que se hicieron a Jaime Ignacio del Burgo (exdiputado del PP), al exconsejero de Salud del Gobierno de Navarra Calixto Ayesa, o a Pío García Escudero (presidente del Senado). Aunque nadie habló de sobresueldos, sino de préstamos del partido por necesidades personales que fueron devueltos. Algunos de los donativos anónimos que recibió el PP antes del año 2007, reflejados en la contabilidad oficial entregada al Tribunal de Cuentas, coinciden con los apuntes del extesorero.

2. Una contabilidad B "continua en el tiempo". El juez parece tener ya sobre su mesa indicios importantes de que el PP lleva una contabilidad paralela distinta a la oficial. El 21 de noviembre de 2013, el magistrado emitió un auto que lo deja claro: “El conjunto de elementos bajo análisis (...) permite confirmar, a nivel indiciario (...) la presunta existencia por parte del Partido Popular de una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo al margen de la contabilidad remitida al Tribunal de Cuentas”. El juez se basa en un informe de la UDEF que había cruzado la documentación intervenida en el despacho del arquitecto Gonzalo Urquijo, a quien el PP encargó la reforma de su sede central, con los papeles de Bárcenas, ya que el extesorero declaró que esas obras se habían pagado en negro. El juez tuvo que ordenar el registro de la sede de Génova para obtener documentación que le faltaba. El arquitecto está imputado.

3. Bárcenas siguió cobrando del PP. Bárcenas siguió ligado contractualmente con el PP hasta diciembre de 2012, aunque muchos dirigentes habían explicado que el extesorero ya no estaba en el partido desde que fue imputado en julio de 2009. El PP tuvo que dar explicaciones, confusas, asegurando que Bárcenas nunca se reincorporó a su puesto de trabajo, aunque mantenía en la sede de Génova secretaria y despacho. Ambas partes acordaron que su indemnización se abonara en diferido mediante un pago mensual, incluidas las cotizaciones sociales. El 25 de febrero, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dio una de las explicaciones más surrealistas que se recuerdan en política, hablando de una "simulación en diferido" para justificar los pagos mensuales a Bárcenas. El 17 de abril de 2013, la Seguridad Social certificó que el PP dio de baja a Bárcenas tras la publicación de los papeles el 31 de enero de ese mismo año, y no antes como habían dicho.

Durante dos años y diez meses, periodo en el que el PP aseguraba que Bárcenas ya no estaba en sus filas, el partido abonó a su extesorero nada más y nada menos que 724.202 euros. El 25 de febrero de 2013, Bárcenas presentó una demanda por despido improcedente, por la que pide otros 900.000 euros, lo que se está negociando en el servicio de arbitraje.

4. La fortuna en el extranjero. La investigación ha llevado al juez Ruz a buscar el dinero de Bárcenas en multitud de países en el extranjero, lo que ralentiza la instrucción ya que las comisiones rogatorias llevan su tiempo (hay pendientes una veintena). El dinero evadido por el extesorero le ha llevado a prisión y le ha supuesto una fianza civil de 43,2 millones de euros. Ya se sabe que la mayor parte de su fortuna estuvo en Suiza, donde llegó a acumular 47 millones de euros en bancos helvéticos. Antes de ser encarcelado, Bárcenas trataba de mover el dinero que tenía en Suiza a Uruguay, Bahamas y Estados Unidos. El juez le acusa de cuatro delitos fiscales. Fuera de España, la Policía busca el dinero de Bárcenas y de otros principales imputados en una treintena de países.

5. Rajoy no olvidó a Bárcenas. El 14 de julio el escándalo se recrudece. El diario El Mundo publica las conversaciones a través de SMS entre Bárcenas, su mujer y el presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Los mensajes fueron intercambiados entre mayo de 2011 y marzo de 2013, cuando ya se sabía que Bárcenas tenía dinero en el extranjero y el tema espinoso de los sobresueldos. El PP no los negó, sino que acusó a Bárcenas de seguir una estrategia. "Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo", rezaba uno de los mensajes enviados por Cospedal.

6. Sobornado por la red de Correa. El juez y los investigadores parecen tener claro que Correa daba al extesorero parte de los sobornos que tenía que pagar la red tras conseguir contratos en algunas administraciones gobernadas por los populares, como si Bárcenas fuera un intermediario. El propio Bárcenas cobró 1,3 millones de euros en sobornos de la red de Correa, según la Policía.

Las dudas del caso Bárcenas

1. Los sobresueldos. Muchas de las salidas de dinero reflejadas en los papeles de Bárcenas son presuntamente sobresueldos a cargos del partido. La mayoría ha negado haberlos cobrado, y los pocos que los han admitido han explicado que eran ayudas personales, una especie de préstamo del partido que era devuelto. En julio El Mundo publicó los originales de Bárcenas, en los que se reflejaba que Mariano Rajoy, durante su etapa como ministro de José María Aznar, Rodrigo Rato, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y Jaime Mayor Oreja los percibieron. Sobresueldos opacos a Hacienda.

2. Las donaciones de los empresarios. En la causa hay 25 imputados, la mayoría empresarios por pagar donaciones al partido. Todos los que han pasado por el despacho de Ruz han negado esos pagos. Uno de los últimos en declarar ha sido Ramón Aigé (expresidente de Sorigue-Acsa), al que Bárcenas atribuyó ante el juez más anotaciones de donativos, en concreto ocho entre 1994 y 2008 por un total de 362.000 euros. Su declaración fue la tónica seguida por otro: desmentirlo y asegurar que apenas conocía al extesorero. La supuesta financiación ilegal del PP está aún por demostrar.

3. Otros tesoreros lo sabían. Una de las líneas argumentales de la defensa de Bárcenas: los papeles no son una invención suya, sino el reflejo de una contabilidad B conocida por otros tesoreros del partido. En febrero de 2013 se hizo público que Bárcenas acudió al notario el 14 de diciembre de 2012para dejar constancia de que él junto Álvaro Lapuerta (anterior tesorero) eran los responsables de controlar la cuenta de donativos del PP entre los años 1994 y 2009 en la que "figuran con detalle" los nombres de los donantes y los perceptores de fondos. Bárcenas ha apuntado a Lapuerta otra vez hace unos pocos días, entregando al juez nuevos documentos que confirman "el conocimiento y autorización por parte de Álvaro Lapuerta de todos los pagos en B" que figuran en las hojas de Bárcenas. Esta nuevas pruebas indican que Lapuerta (por orden del partido) compraron acciones de Libertad Digital. Lo que está claro es que Ruz ya ha imputado a cinco cargos del PP que en algún momento han pertenecido a la tesorería del partido. Francisco Yáñez, Álvaro Lapuerta, Luis Bárcenas, Cristóbal Páez y Ángel Sanchís.

4. Los ordenadores de Bárcenas. Hubieran aportado información relevante si no hubieran sido formateados. El 16 de agosto de 2013 el juez Ruz pidió al PP los dos ordenadores portátiles que Bárcenas tenía en la sede de Génova con el fin de poder practicar una prueba pericial que permitiera comprobar si las anotaciones contables entregados por el imputado en un lápiz de memoria son copia original del contenido de los mismos. El PP los entregó, pero con los discos duros formateados. Según el PP, es la práctica habitual cuando fueron entregados a un nuevo empleado. El abogado de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, aseguró que uno de los discos duros contenía información trascendental, relativa a agendas o nombres, así como "algunas imágenes de personas que visitaban" la sede nacional de la formación política. También fueron destruidas las agendas de Bárcenas y Lapuerta y el libro de entradas a la sede del PP.

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