Bruselas se entrega al esplendor de la pintura de Zurbarán

  • La exposición belga conmemora los 350 años de la muerte del maestro extremeño con 50 cuadros procedentes de colecciones de todo el mundo.
  • Organizada en conjunto con el Prado y el Museo de Bellas Artes de Sevilla, es la mayor muestra sobre el autor organizada fuera de España en los últimos 26 años.
  • El conjunto repasa la trayectoria de Zurbarán descubriendo a un pintor místico que no creía en las alegorías rebuscadas ni en el dramatismo de la sangre.
'Agnus dei', óleo de Zurbarán datado entre 1635 y 1640
'Agnus dei', óleo de Zurbarán datado entre 1635 y 1640
Francisco de Zurbarán - The San Diego Museum of Art
'Agnus dei', óleo de Zurbarán datado entre 1635 y 1640

La profunda religiosidad de sus obras comunica una fuerza espiritual que se apodera del espectador. Francisco de Zurbarán (1598-1664) confiaba en el poder místico de su pintura, no creía en la sangre para potenciar el dramatismo de los martirios religiosos ni en las alegorías rebuscadas. Dueño de un estilo sencillo, cálido y detallista; podía pintar con la misma sensibilidad trascendental la figura de un ser humano, un bodegón o un enternecedor cordero.

Disfrutó de la fama en vida, pero estuvo siempre a la sombra del apabullante éxito de Velázquez y Murillo y a veces fue etiquetado de manera injusta como un émulo español de Caravaggio. Sin embargo no es posible sostener la teoría de que fue un artista limitado al tenebrismo: en su carrera desarrolló un estilo único que refleja el espíritu de la España de la primera mitad del siglo XVII, sin artificios y muy ligado a lo vernáculo; pero refinado.

Aprovechando la conmemoración de los 350 años de la muerte del excepcional artista extremeño, el Centro Bozar de Bruselas inaugura en la capital belga Zurbarán. Meester uit de Spaanse Gouden Eeuw (Zurbarán. Maestro de la Edad de Oro española), la mayor exposición sobre el autor barroco organizada fuera de España desde que hace 26 años un gran conjunto de ellas se exhibieran en el Metropolitan de Nueva York.

Admirador de la pintura medieval y de los iconos ortodoxos

La muestra —organizada en colaboración con el Museo Nacional del Prado y el Museo de Bellas Artes de Sevilla— reúne 50 pinturas procedentes de las colecciones más prestigiosas y representa una de las citas culturales europeas más importantes del año. El recorrido temático y cronológico abarca momentos clave de la trayectoria de Zurbarán desde la influencia caravaggista (que también experimentó su coetáneo Velázquez) hasta la avanzada poética naturalista de las obras más representativas.

Con fondos poco definidos que resaltan el tema central y un particular tratamiento de la perspectiva; busca la misma poderosa esencia del icono ortodoxo o de la pintura medieval. "Zurbarán no representa tanto el espacio concreto en sí mismo como una idea del espacio cuando surge la necesidad. No persigue mostrar la realidad, sino representar elementos que parecen reales", dice Ignacio Cano Rivero —comisario de la muestra, antiguo director y comisario de exposiciones del Museo de Bellas Artes de Sevilla— en la introducción al catálogo de la exposición.

En el Bozar se dan cita hasta el 25 de mayo joyas como Bodegón con cacharros (del Prado) y Agnus Dei (procedente del Museo de Arte de San Diego (California, EE UU) junto a espectaculares piezas como San Francisco de Asís en su tumba o Santa Casilda. Además el museo incluye cuatro óleos recién identificados como obras de Zurbarán (dos de ellos son Aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco y Matrimonio místico de Santa Catalina) y seis restaurados para la ocasión entre los que figuran San Nicolás de Bari y San Gabriel Arcángel.

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