"¿Un banco en la Puerta del Sol? ¡Jamás pensé que volvería a ver esto!". La autora de esta exclamación es Josefa Jiménez, una septuagenaria que lleva casi toda su vida residiendo en el centro de Madrid. "Venimos paseando, como todos los días, y se nos ha abierto el cielo al encontrarnos este banco aquí instalado. Ya era hora de poder sentarse a descansar en la plaza", añade la mujer. Igual que ella, los madrileños y turistas que paseaban por Sol este lunes se han llevado una sorpresa al encontrarse un banco colocado en un extremo de la plaza, junto al Oso y el Madroño.

Sin embargo, para decepción de muchos, este asiento tendrá una vida efímera: el Colegio de Arquitectos de Madrid lo ha instalado en la madrugada de este lunes, con la intención de volverlo a recoger al pasar 24 horas. "El objetivo de la iniciativa es comprobar la reacción de la gente al ver un banco en la Puerta del Sol. Hasta el momento, algo tan sencillo como sentarse a descansar era imposible de realizar en esta plaza", explica Manuel Leira, vocal del colegio y coordinador de Madrid Think Tank y Piensa Sol, el concurso de ideas creado por los arquitectos para debatir sobre el futuro del kilómetro cero.

A la vista de la reacción de los ciudadanos ante la presencia del banco, la conclusión de los urbanistas es clara: "Durante toda la mañana el banco ha estado permanentemente ocupado. Es obvio que hace falta este mobiliario: casi había cola para sentarse", añade Leira. A mediodía, compartían asiento dos estudiantes erasmus recién llegadas a Madrid que no entendían el revuelo, un matrimonio de ancianos que añoraban la época en la que "Sol era un lugar donde los niños podían jugar", un turista que veía inexplicable la carencia de bancos en la plaza y una chica que aprovechaba para sentarse mientras esperaba a un amigo.

"Siempre que paso por aquí echo en falta un lugar para sentarme. Siempre quedo en el Oso y el Madroño con mis amigos y la verdad es que se agradecería que dejaran este banco para poder esperar sentada", asegura Cristina Cárdenas, de 23 años. "Yo vivo en Gran Vía y suelo venir a pasear por Sol. Me he llevado una alegría al ver este banco, aunque luego me he desilusionado cuando me han dicho que solo va a estar un día. Es inexplicable que no pongan asientos, no será por falta de espacio. De hecho, mis amigos jubilados de Tetuán no vienen al centro porque no hay ningún lugar para pararse a tomar el fresco", cuenta Laureano Domínguez, de 77 años. Los más veteranos, como él, recuerdan las épocas en las que Sol "tenía incluso jardineras, bancos por todas partes y era un lugar agradable para pasear. Antes era más acogedora".

Por su parte, los turistas no comprenden por qué hay carencia de bancos en Madrid: "Viene de maravilla después de caminar por la ciudad sentarse aquí a contemplar la Puerta del Sol. Este debe ser un lugar para que la gente converse y se encuentre con sus vecinos. Los hay en todas las ciudades", apunta Eva Campo, cubana de 59 años.

La falta de bancos en la Puerta del Sol es una queja histórica de los madrileños. Hace tres décadas que la plaza no tiene lugares donde reposar. Durante las obras de la última reforma de Sol (en 2009), los vecinos confiaban en que el Ayuntamiento colocará asientos. Pero, en lugar de eso, diseñó una plaza todavía más dura, con una explanada de granito, ningún árbol y ausencia de mobiliario para descansar. Una encuesta realizada por el Colegio de Arquitectos (que todavía está activa en su página web) revela que el 30% de madrileños cree que a Sol le faltan "lugares de asiento de público", el 31,3% piensa que se necesitan "zonas de sombra y vegetación" y el 18% reivindica que haya "espacios para la reunión colectiva".

Además, en la misma encuesta señalan que a Sol le sobra tráfico rodado (lo piensa el 36,8% de los votantes), quioscos de prensa (según el 20,9%) y aglomeraciones de gente (para el 18,1%). En definitiva, el 37,3% considera que la plaza debe potenciar su papel como "lugar de encuentro" y el 26% opina que debe predominar su carácter de "hito turístico". Una clara minoría (el 5,8%) está a favor de que la Puerta del Sol sea un "centro de oferta comercial". Estas opiniones contradicen las intenciones del Ayuntamiento de Madrid, que propuso llenar la plaza con terrazas y está promoviendo la instalación de puestos y mercadillos en el resto de espacios públicos de la ciudad.

Durante cuatro meses, los arquitectos madrileños han ido recogiendo propuestas para una posible reforma futura de Sol, en el marco del proyecto Piensa Sol. Este martes se cierra el plazo para recibir las propuestas y "en la última semana de febrero o primera de marzo está previsto que se elijan los proyectos ganadores". Las ideas que salgan del concurso no serán vinculantes para el Ayuntamiento, aunque el equipo de Botella aseguró que las tendrá en cuenta para posibles reformas de la plaza.