Ahorcados con las sábanas, con los cordones de sus zapatillas o por las heridas de una autolesión, al menos 25 personas se quitaron la vida dentro de una prisión en 2012, según el último informe sobre mortalidad de Instituciones Penitenciarias. La cifra supone un "preocupante" repunte de los suicidios respecto a 2011, cuando hubo 15 muertes por dicha causa, máxime "teniendo en cuenta el descenso de la población reclusa", denuncian los sindicatos de funcionarios de prisiones, Acaip y CSI-F.

Los suicidios son la tercera causa de mortalidad en las prisiones españolas, por detrás de las naturales por problemas cardiacos y las causadas por la droga (por sobredosis o adulteración), que fueron 53 y 31 respectivamente.

En cuanto a la distribución por sexo de los suicidios, 24 de los fallecidos eran hombres y una, mujer. El informe de Instituciones Penitenciarias especifica que la tasa de suicidios en prisión ha subido en el último año del 0,24 al 0,41 por cada 100.000 personas.

La tasa sube porque los suicidios aumentan en números absolutos y además ha bajado de 70.472 a 68.597 el número de reclusos en un año.

El repunte de la tasa da al traste con la reducción de los suicidios que se buscaba con el Programa de Prevención de Suicidios, implantado en 2005 y exportado a otros sistemas penitenciarios en el extranjero. El plan consiste en la formación de presos "sombra" que acompañan y asesoran a los reclusos que presentan riesgos específicos. Fuentes de prisiones aseguran que la tendencia de suicidios en 2013, aunque todavía no existen datos oficiales, constata este incremento "consolidando una tendencia que costó mucho remover", lamentan.

Las tasas antes citadas, aunque inferiores a las de la UE, siguen siendo muy superiores a las de suicidio en la población general en la calle, especifica el informe de Instituciones Penitenciarias. "La causa radica en los factores de riesgo que la OMS asocia al suicidio como son la ruptura de relaciones y aislamiento social, problemas jurídicos, nivel socioeconómico bajo, abuso de alcohol y drogas, trastornos mentales, trastornos de personalidad y padecer enfermedades graves", asegura.

El propio informe reconoce que "se debe seguir insistiendo en la formación del personal implicado en la identificación de personas con alto riesgo, como en la las intervenciones basadas en el principio de conexión social, intervenciones psicosociales y en salud mental, además de en el fácil acceso a la ayuda".

El vicepresidente de Acaip, Juan Figueroa, considera "preocupante" el incremento de la tasa de suicidios y ve necesaria entre otros factores a mejorar "una actuación sanitaria más específica para identificar más profundamente a aquellos internos con mayores factores de riesgo, siendo necesario implementar un mayor número de trabajadores dedicados al control y cuidado de estos internos".

Por su parte, Adolfo Fernández, presidente del área de prisiones del sindicato CSI-F, recuerda que su organización viene denunciando que Instituciones Penitenciarias necesita reforzar sus centros psiquiátricos, al considerar insuficientes los dos existentes, uno en Alicante y otro en Sevilla. "En los centros penitenciarios hay un 30% de personas con trastornos psiquiátricos y las enfermerías se tornan en áreas psiquiátricas sin personal específico suficiente", denuncia.