El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha pedido este miércoles al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, garantías para que los españoles no paguen con su dinero los rescates a las entidades financieras.

"Ya que habla tanto de recuperación, entienda que lo que hay que recuperar es el dinero que pusimos los españoles para salvar a los bancos", le ha espetado.

En el pleno del Congreso que debate los acuerdos de Consejo Europeo del 19 y 20 de diciembre, Rubalcaba ha avanzado que el grupo socialista en el Parlamento Europeo va a defender que se garantice "que los ciudadanos no pagan si hay una crisis bancaria", que haya una autoridad realmente independiente y eficaz, y que todos los países tengan el mismo tratamiento si se produce otra crisis financiera. Ha solicitado a Rajoy que defienda esa posición o aclare cuál va a ser la suya.

El líder de los socialistas ha lamentado que ese último Consejo Europeo se haya saldado sin verdaderas medidas que supongan avances en materias como defensa, inmigración o empleo.

Así, ha criticado que la UE haya dado un toque de atención a los países, entre ellos España, que no han presentado a tiempo la documentación para el plan de empleo juvenil y ha acusado a la ministra Fátima Báñez de "desidia e incompetencia". Rajoy había señalado durante su primera exposición que el Gobierno remitió el plan de uso de los fondos que recibirá para hacer frente al paro entre los más jóvenes el pasado 20 de diciembre.

Rubalcaba ha lamentado también que en Europa se siga la estrategia del "palo y la zanahoria" en sus medidas para impulsar el crecimiento: palo —ha dicho— son "los recortes y reformas", y zanahoria los vaporosos mecanismos de solidaridad, que no están lo suficientemente explicitados, a juicio del líder socialista.

Tampoco se han adoptado, se ha quejado Rubalcaba, medidas reales para luchar contra los paraísos fiscales o para abordar la tragedia de la inmigración ilegal.

El líder socialista ha insistido, por otra parte, en que no está garantizada la independencia del mecanismo de supervisión bancaria, y teme que al final los países más fuertes, y con ellos sus entidades financieras, reciban mejor tratamiento que Estados como España.

Rajoy ha aprovechado su intervención para destacar el papel de España en el cambio de política económica de la UE, que considera que ha facilitado que lo peor de la crisis haya pasado, que el país camine ya "por la senda de la recuperación" y que vea su presente y su futuro con esperanza.

El jefe del Ejecutivo ha resaltado la contribución española al "compromiso aceptable" sobre el nuevo presupuesto comunitario al lograr que se salvaguardaran elementos importantes de las políticas europeas como la cohesión, la innovación y la política agrícola. En este punto ha reconocido la contribución de los grupos parlamentarios al aprobarse por unanimidad en el Congreso antes del Consejo de junio una proposición de ley que, a su juicio, fortaleció la posición del Gobierno en las negociaciones comunitarias.

Cree que ese hecho supone "un factor de fortaleza y credibilidad" y, por ello, ha expresado su deseo de que el acuerdo de junio no sea excepcional y se convierta en algo habitual en el futuro.

Rajoy ha insistido en que salió satisfecho de la cumbre europea de diciembre por los avances dados en el proceso de integración europea, como el acuerdo sobre el mecanismo único de resolución bancaria, y por la certificación de que la lucha contra el desempleo juvenil es un objetivo esencial.