La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora en el conflicto que vive el país, ha anunciado este lunes que acudirá a la conferencia de Ginebra 2, después de que la ONU retirara la invitación a Irán para que asistiera. En un comunicado, la CNFROS "dio la bienvenida a la retirada de la invitación a Irán por parte de la ONU".

Agregó que participará en la reunión, que está previsto que comience el miércoles en la ciudad suiza de Montreux, para iniciar la aplicación del acuerdo logrado en 2012 en la primera conferencia de Ginebra.

La CNFROS recordó que entre los puntos de ese acuerdo figura el traspaso del poder a un Gobierno interino con todas las prerrogativas, la liberación de prisioneros políticos y el fin del cerco a las zonas asediadas en Siria. La Coalición apuntó que revelará en breve el nombre de los integrantes de la delegación que viajará a Suiza.

La CNFROS finalmente decidió acudir al encuentro después de que esta noche el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, decidiera que Irán no participe en la sesión plenaria de la conferencia de Ginebra dentro de dos días. El domingo, Ban envió una invitación a Irán, aliado del régimen de Damasco, para que tomara parte en esta cita.

Sin embargo, la CNFROS lo rechazó este lunes y dio un ultimátum que expiró por la tarde para que la República Islámica cumpliera una serie de condiciones, como "la retirada de todas las tropas y milicias de Siria". Exigió también que Irán se comprometiera con todos los puntos del comunicado de la primera conferencia de Ginebra y le instó a tener "un compromiso positivo" con Ginebra 2.

La CNFROS amenazó con solicitar a Ban que retirara su invitación a Teherán, si Irán no cumplía esas condiciones, ya que, de lo contrario, no asistiría a la reunión.

Esta tarde el secretario general de la ONU se quedó "totalmente decepcionado" por la declaración pública hecha por un responsable iraní acerca de que su Gobierno no aceptaba que la conferencia se basara en la creación de un órgano ejecutivo de transición, afirmó el portavoz de Ban, Martin Nesirky.