J.M. Mulet, autor de 'Comer sin miedo': "El ecologismo que defiende cosas imposibles es postureo"

El profesor valenciano J.M. Mulet (Dénia, Alicante, 1973) acaba de publicar el libro 'Comer sin miedo' (Destino), en el que pretende "desmontar mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI". El autor sostiene que "nada de lo que comemos es natural" y califica de "postureo" cierto tipo de ecologismo, en concreto aquel que "defiende cosas imposibles".
JM Mulet
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JACOB VILLAVICENCIO
JM Mulet

El profesor valenciano J.M. Mulet (Dénia, Alicante, 1973) acaba de publicar el libro 'Comer sin miedo' (Destino), en el que pretende "desmontar mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI". El autor sostiene que "nada de lo que comemos es natural" y califica de "postureo" cierto tipo de ecologismo, en concreto aquel que "defiende cosas imposibles".

Ha aludido a la destrucción de campos experimentales del llamado arroz dorado, dotado con vitamina A, o el que potencian un tipo de comida ecológica que solo puede consumir gente con un alto poder adquisitivo. "No hay no una industria ecológica y una alimentaria, es la misma, porque si hay un nicho de mercado habrá una gran empresa que vea negocio y que se meta", ha aseverado.

Mulet, profesor de biotecnología de la Universitat Politècnica de València, se opone a la demonización de la intervención humana en los alimentos y recuerda que "la ciencia hace mucho tiempos que está en los cultivos". "La alimentación también se basa en eso; nada de lo que comemos es natural; vete a la selva o a un bosque a ver si ves maíz, o vacas o cerdos", ha argumentado el científico en declaraciones a Europa Press.

A su parecer, "la comida siempre ha sido tecnología pero últimamente hay una preocupación por si lo que se come no es natural", una actitud que el autor atribuye a que, "afortunadamente, tenemos la nevera llena y comemos todos los días, porque cuando al gente tiene hambre no se para en tonterías como esas".

Precisamente, el profesor —que dirige una línea de investigación en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, centro mixto del CSIC y la UPV, para tratar de desarrollar plantas tolerantes a la sequía o el frío— apunta que "si los transgénicos pueden ayudar a aumentar la producciones de alimentos para paliar el hambre en el mundo son bienvenidos".

No obstante, ha advertido de que éste es "un problema muy complejo", puesto que los países donde normalmente hay hambre existe también un déficit de democracia, por lo que no es una cuestión solo social sino también política.

Mulet comenta que en la actualidad, a través de internet, por ejemplo, es posible acceder a multitud de información pero apunta que, al mismo tiempo, esto hace que muchas veces "fallen los filtros".

"trucos" para filtrar la información

Por ello, en el libro da "algunos trucos" para distinguir información válida de la que no lo es. En este sentido, señala que cuando llegan a través de redes o herramientas de comunicación "alertas o miedos sobre que un producto puede ser cancerígeno", hay que recordar la existencia de organismos de control como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, que tiene euna página web donde se pueden consultar las alertas vigentes. "Cuando se supone que hay una cosa que nos está matando a todos y no hay informes de las agencias española o europea hay que sospechar", agrega.

Asimismo, cuando se afirma que tal o cuál alimento es o muy bueno o muy malo "hay que fijarse en qué estudios científicos se soporta tal idea y dónde están publicados". Sobre las dietas añade: "si tiene una dieta equilibrada no hace falta más, si implica tomar pastillas o suplementos muy caros o es que la dieta no es equilibrada o es que las pastillas no hacen nada".

Sobre las fuertes reacciones que provocan tanto sus libros como los artículos que publica en su blog 'Tomates con genes', ha comentado que se limita "a hablar de ciencia pero hay gente que se enfada". Hay quien tiene, incluso, "un comportamiento muy fanático: esto es así porque es así". El profesor alicantino asegura que admite las críticas, sugerencias etc. pero que deja de leerlas en el momento que entran en el terreno personal.

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