La industria del cine pornográfico en los Estados Unidos se está trasladando a Las Vegas huyendo de la polémica ley del condón de California, que obliga a los actores a usar preservativos en la grbación de esas películas.

Según el diario estadounidense La Opinión, Las Vegas está viviendo un verdadero boom de productores del porno que se están trasladando ante las restricciones en Los Ángeles.

La ley aprobada por votación en Los Ángeles sobrevivió un recurso constitucional, pero otras demandas están en curso, y la industria vive en vilo ante las posibles detenciones por no usar condones.

El número de permisos solicitados para hacer películas porno en la ciudad californiana se ha reducido cerca de 95% desde que la ley entró en efecto, según Film LA, una organización privada sin fines de lucro que emite los permisos. El número de solicitudes cayó de unas 480 en 2012 a 24 los primeros nueve meses de 2013.

Mientras que las ventas de DVDs siguen en caída, el rebote creado por el porno para madres de familia de Cincuenta Sombras de Grey se está acabando y no hay un nuevo modelo de negocio a la vista, los productores en la industria famosa por sus producciones de bajo presupuesto buscan nuevas formas de ahorrar dinero.

Los Angeles requiere exámenes de salud y cobra cientos de dólares por permisos de grabación mientras que el condado de Clark, donde está Las Vegas, no requiere exámenes de salud y da permisos de filmación por una cuota simbólica.

Las naves industriales son más baratas y también es más accesible alquilar mansiones y alojar a los actores en hoteles.

Además, para los productores, Las Vegas  es una ciudad donde ya hay mucho sexo a la venta, es mucho menos quisquillosa con su tipo de trabajo.

"Ya están acostumbrados porque de alguna manera ya lo tienen", dijo el productor Lee Roy Myers. "Encontrar la manera de hacer esto más barato no incluye filmar en Los Angeles".

Antes de mudarse el edificio era sólo una bodega más en la deteriorada Industrial Road detrás del corredor turístico de la ciudad. Las autoridades locales parecen estar complacidas con el resultado no tienen planes de aprobar nuevas leyes.

"Es una industria legal y adecuadamente regulada, así que no lo considero un problema", dijo el comisionado del condado de Clark, Chris Giunchigliani. "Creo que la ciudad y el condado se beneficiará de cualquier expansión de la industria cinematográfica y de su diversificación económica".