Génova, otro modo de ser Italia

En la costa oeste de Italia, en la región de Liguria, se encuentra uno de los puertos más transitados de Europa, al amparo de una ciudad llena de contrastes. Génova es un enclave en el que pervive la tradición marítima. Desde barcas privadas y ferrys a modernas navieras de cruceros y buques de carga que se entrecruzan, todo en un ir y venir diario.

Las aguas del Mediterráneo bañan toda la línea oeste de esta ciudad formando una cala natural en forma de herradura a su entrada en la tierra. Cercano a la zona portuaria se alza uno de los monumentos más llamativos de Génova como es la Lanterna, 177 metros de orgullo genovés que suman la torre y el promontorio en el que se eleva, convirtiéndola en la más alta del continente. Un elemento inherente a las zonas portuarias que desde su creación hace más de 500 años se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad.

Poco a poco, las terminales crucerísticas son sustituidas por muelles de madera sembrados de barcos y lujosos yates. Aquí, en este enclave, se ubica la Universidad genovesa de economía, un edificio moderno que se adapta a los motivos náuticos que pueblan el lugar y que contrasta con el resto de campus que han mantenido la arquitectura antigua.

A medida que nos acercamos al centro, en el Porto Antico, encontramos el Acuario Marino, uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad. Tiene infinidad de especies marinas que le sitúan como el más grande de Europa.

A unos cientos de metros se sitúa la plaza della Nunziata, la más famosa junto a Ferrari y de la que nace Vía Balbi, que conecta con la estación Príncipe de tren. Balbi, con las universidades de política, derecho y filosofía, es la calle universitaria por excelencia sumida en una corriente constante de estudiantes.

La peculiar plaza de Ferrari es la encargada de presidir el centro neurálgico de la metrópoli. Famosa por el color rojo de las aguas que brotan en su fuente circular, en honor al distintivo de la conocida marca automovilística, es el punto de encuentro y referencia compartido por lugareños y extranjeros.

Más moderna que el resto de la arquitectura del centro, ya que fue construida en el siglo XIX, se encuentra rodeada por los elegantes y refinados edificios de la Ópera –el Teatro Carlo Felice– y el Palacio Ducal. De ella parte una de las arterias principales de la ciudad , Vía XX di Settembre, una especie de "Gran Vía genovesa”.

El funicular resulta una buena opción para subir a la parte alta desde donde se puede observar el pronunciado desnivel en el que se asienta Génova, que se convierte en un remolino de casas escalonadas e innumerables cuestas, como Via Venezia. Como ventaja, al ascender a cierta altitud, la ciudad te recompensa el esfuerzo regalándote unas vistas inimaginables con atardeceres que será imposible olvidar.

Casi la mitad de toda la extensión de Génova acoge a las navieras de gran y mediana envergadura. Concretamente, para la compañía de cruceros MSC la ciudad italiana supone uno de los principales enclaves en la zona del Mediterráneo. Tanto es así, que fue elegido el pasado marzo para acoger la inauguración de la última incorporación a su flotas: el 'MSC Preziosa'.

La flota de Costa Cruceros también atracará en este puerto con el que comparte el origen italiano. 'Costa NeoRomantica' iniciará el viaje desde tierras genovesas para impregnarse del espíritu español a su paso por Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga, Cádiz y Vigo antes de descubrir las costas del norte de Europa.