La presidenta de la Asociación 11-M Afectados por Terrorismo, Pilar Manjón quien, se encontraba entre las víctimas sentadas en la misma sala donde se celebra la vista oral , fue la única que se levantó cuando la Policía hizo entrar a los acusados. Se colocó frente al habitáculo blindado y miró directamente a los ojos de los encausados.

Poco antes de entrar al pabellón de la Audiencia Nacional, Manjón manifestó que la vista oral es el "primer rayito de luz después de un largo camino de instrucción sumarial" de casi tres años de duración y aseguró que los miembros de su asociación afrontan el juicio "con entereza y pisando fuerte".

"Nosotros somos las víctimas y venimos a demostrar que ellos son los verdugos", aseveró Manjón, quien admitió que al ver llegar el furgón policial en el que han sido trasladados parte de los dieciocho acusados que están presos, ha revivido el día de la masacre.

Señaló que está preparada por ella misma, por lo que representa y por su hijo, que hará el "esfuerzo de mantener la entereza" que, dijo, le ha caracterizado, y agregó que si la "gota malaya" que ha estado cayendo durante estos tres años "no ha calado", no lo va a hacer ahora.

"Vengo con la entereza de que traigo el mejor equipo de abogados y el mejor escrito de acusación y eso me hace sentirme orgullosa", añadió.

Recalcó que ahora es el momento de que hable la Justicia y dejar a un lado los juicios paralelos, ya que, según opinó, para eso nos dotamos del Poder Judicial.

"Los demás y las teorías de la conspiración ya pueden irse callando", concluyó.