Han pasado dos meses desde que la calle Arenal (Centro) se asfaltó de nuevo para ser peatonal.

En tan poco tiempo, el número de baldosas rotas no para de crecer.

El paso diario de los camiones de carga y descarga y el mal sistema de sellado de sus adoquines han destrozado este tramo.

El 2 de febrero, el suelo de la confluencia de la calle Arenal con San Martín estaba roto, tal y como comprobó 20 minutos.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Madrid prometió que lo arreglaría "en poco tiempo". Han pasado ya quince días y lejos de solucionarse el problema se ha agravado.

El tramo afectado por las baldosas rotas ha aumentado, convirtiéndose en una trampa para los peatones, especialmente en días de lluvia como el de ayer.

El Ayuntamiento ha decidido poner unas placas de hierro a modo de parche. No obstante, ayer volvió a insistir en que "en breve" se volverá a reasfaltar esta parte de la calle.

Al parecer, y según fuentes municipales, las baldosas rotas deben arreglarse "un día que no pasen muchos vehículos, porque para reponerlas se necesita cortar el tráfico".