Fermoselle, en los Arribes del Duero: la de las mil bodegas

  • Esta localidad zamorana de la comarca de Sayago está en el interior del Parque Natural de Arribes del Duero y a un paso de Portugal.
  • Calles y casas de granito y un subsuelo con mil bodegas subterráneas.
  • Aquí se cultiva una variedad de uva muy propia, denominada Juan García.
Fachada de una típica casa de esta localidad zamorana.
Fachada de una típica casa de esta localidad zamorana.
WIKIPEDIA/Antramir
Fachada de una típica casa de esta localidad zamorana.

Aunque desde Fermoselle se distingue con nitidez la frontera con Portugal, esta localidad zamorana es parte imprescindible del paisaje único de la comarca de Sayago. Con unas impresionantes vistas del río Duero, este territorio está literalmente en el interior del Parque Natural de Arribes del Duero. Todo ello ya son bastantes razones para recorrerlo y descubrirlo.

Pero desde Fermoselle –declarada conjunto histórico-artístico– también se contempla el paso del río Tormes. Si subimos al mirador de Torojón o Torrejón, no sólo veremos el paso del río sino los campos circundantes y todo el casco antiguo.

El conjunto estaba rodeado de murallas en la época medieval, aunque solo queda en pie una puerta, a la que llaman El Arco. En el interior, sus calles de granito blanco trepan sobre el desnivel en el que se asientan. Muchas casas aprovechan la base de roca para utilizarla como cimientos, disponiéndose muy juntas y formando pasos estrechos.

Y sobre esa base de roca, los lugareños aprovecharon para entrar tierra adentro, labrando bodegas subterráneas. Hay cerca de mil bodegas; las más características en la calle Requejo. En muchas de esas bodegas encontraremos una frasca de vino, vino que aquí en Fermoselle se produce con una variedad de uva muy propia, denominada Juan García.

El vino de Fermoselle servirá para acompañar un cabrito asado o unas costillas a la parrilla con ajilimójili –una mezcla de vinagre, aceite, orégano, ajo y guindilla–. También se toma el hornazo, un tipo de empanada de harina con chorizo, tocino, huevo, etc. Todo ello, regado con el aceite local, elaborado con oliva manzanilla.

Reposada la comida, toca excursión. El Parque Natural de Arribes del Duero ofrece muchos alicientes. Conviene coger el Camino del Penao, una pista con espléndidas perspectivas que nos lleva a la ermita de Santa Cruz, con elementos romanos y visigodos. Solo es una posibilidad entre muchas.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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